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La N-1 a su paso por Pasaia Antxo se convertirá en una travesía urbana

La Diputación de Guipúzcoa va a impulsar la conversión de la saturada carretera N-1 a su paso por Pasaia Antxo en una travesía urbana. Y es que este tramo viario de cuatro carriles y poco más de un kilómetro de longitud entre la rotonda de Molinao, en el término municipal de Rentería, y el alto de Buenavista, en suelo donostiarra, soporta el paso diario de 50.000 vehículos, que circulan a apenas dos metros de los edificios de viviendas. El intenso ruido y la alta contaminación de los motores degradan el entorno y la vida de sus habitantes.

La idea es reducir el número de carriles de la carretera y alejar ésta del frente de casas, un proyecto que sólo se podrá acometer una vez que se abra al tráfico la variante de Pasaia, en una fecha aún sin determinar del próximo año. Las aceras y espacios peatonales se ampliarían y verían mejorado su mobiliario urbano, según recoge el estudio de alternativas para la zona elaborado por la Diputación, que contempla la construcción de un carril bici.

El documento es un punto de partida que la institución foral quiere incluir en el Plan integral de regeneración de toda la bahía pasaitarra, cuyo borrador estará listo en septiembre, y contrastar con los ayuntamientos de Pasaia, Rentería y San Sebastián para concretar las actuaciones. Pero también tendrá que negociar con Renfe y la Autoridad Portuaria, a fin de recuperar para uso público vías y terrenos fuera de servicio.

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