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El despliegue del radar de la 'Mars Express' supone un riesgo imprevisto

Las antenas que buscarán rastro de agua en ese planeta podrían desestabilizar la nave

Uno de los experimentos principales de la nave de exploración de Marte Mars Express (de la Agencia Europea del Espacio, ESA) es el radar Marsis, con el que los científicos quieren encontrar pruebas directas del rastro del agua en la capa exterior del subsuelo de Marte. El instrumento necesita dos largas antenas, de 25 metros de longitud cada una, que viajaron recogidas en la nave y que deberían haber sido desplegadas ya. Esa maniobra de extensión de las antenas podría desestabilizar la nave e incluso golpear alguno de sus sistemas más críticos.

Los análisis realizados después de la llegada de la nave a Marte indicaron que esa maniobra de extensión de las antenas podría desestabilizar la nave e incluso golpear alguno de sus sistemas más críticos, según ha informado a El PAÍS el director científico de la ESA, David Southwood. Por ello no se ha autorizado aún el despliegue del radar, inicialmente previsto para el pasado abril.

Mars Express llegó a Marte el pasado 25 de diciembre, se colocó en órbita allí y dedicó varias semanas a calibrar los instrumentos científicos de a bordo para empezar las observaciones. Poco después, los investigadores anunciaron que con uno de los espectrómetros de la nave habían logrado confirmar, con pruebas directas, la existencia de agua en forma helada en el casquete polar sur de Marte. La misión de la ESA, la primera que realiza en el planeta rojo, se marcó así un éxito espectacular. A continuación, las imágenes estéreo obtenidas por la cámara de la nave europea volvieron a sorprender a los expertos, por su calidad y potencial científico. Está previsto que Mars Express dure dos años, pero se puede prorrogar.

Southwood explicó esta semana en Pasadena (California) -donde siguió las maniobras de puesta en órbita en torno a Saturno de otra misión planetaria de la NASA y la ESA, Cassini-Huygens- que el potencial problema de las antenas del radar de Mars Express surgió el pasado febrero y que ahora dos equipos independientes están estudiando mediante modelizaciones el riesgo que supone el despliegue de las mismas. Además, estos equipos explorarán las medidas que podrían tomarse en caso de que se verificasen los peores pronósticos acerca de la integridad de Mars Express. "Sólo cuando estemos seguros, o lo razonablemente seguros que se puede estar en estos casos, de que no supone un peligro para la misión se tomará la decisión acerca del despliegue del radar", afirmó el responsable científico de la ESA.

En el peor de los casos, comentó Southwood, podría aplazarse el programa del Marsis varios meses, hasta que se complete el resto de la misión científica, de manera que, si surgieran problemas, éstos no comprometerían el resto de las actividades y los potenciales resultados. Las antenas del radar están formadas por varias piezas móviles y deben desdoblarse siguiendo una secuencia mecánica complicada, por lo que hacer las simulaciones completas de todo el proceso podría llevar semanas de trabajo.

Mientras tanto, algunos científicos están presionando a la Agencia Italiana del Espacio (ASI), responsable del Marsis, para que se tome la decisión de desplegar las antenas. Southwood insistió en que no se ha tomado aún ninguna decisión y que la situación esta siendo analizada también por los responsables de los otros instrumentos de la misión. Para cualquier planificación de las actividades de Mars Express hay que tener en cuenta las exigencias de cada una de ellas y la secuencia de utilización de los instrumentos. Por ejemplo, el radar no necesita luz para trabajar, pero la cámara de alta resolución tiene que aprovechar las mejores condiciones de luminosidad para tomar imágenes.

Mientras se empezaba a temer por el radar, la cámara espectroscópica de alta resolución, la que ha obtenido ya las insólitas imágenes de la superficie de Marte, mostró dificultades para alcanzar el foco debido en el modo de máxima resolución (unos dos metros por píxel). "La cámara es una preocupación realmente menor" en comparación con Marsis, dijo Southwood.

El problema de las células solares de Mars Express -identificado hace tiempo y que supone que el suministro eléctrico es menor de lo previsto- no implica que se hayan reducido significativamente las prestaciones de la nave y los objetivos de la misión, según los responsables de la ESA. Pero algunos científicos se quejan de que este ajuste dificulta el cumplimiento de los programas tal y como se habían previsto.

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