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Crónica:TENIS | Torneo de Roland Garros
Crónica
Texto informativo con interpretación

López se estrella

El español muestra todas sus limitaciones sobre la tierra batida ante el brasileño Kuerten, un tricampeón que en París se siente en su casa

Las cosas no fueron ayer fáciles para Feliciano López. El tenista toledano disputaba un partido que podía permitirle romper la barrera de los octavos de final que hasta ahora le ha atenazado en los torneos del Grand Slam, pero se encontró con un rival inaccesible para él. Al menos, en tierra batida. Así, perdió frente al brasileño Gustavo Kuerten, triple campeón de Roland Garros, por 6-3, 7-5 y 6-4 en una hora y 53 minutos y puso en evidencia las limitaciones que le impiden destacar en las superficies lentas. Carlos Moyà, que hoy se enfrentará al argentino Guillermo Coria, se ha quedado, pues, como el único español en liza.

"Tal vez me faltó algo de paciencia", argumentó López, de 22 años, "pero en muchos momentos he sentido una gran impotencia. He conectado algunos buenos golpes y Kuerten me los ha contrarrestado. Siempre estaba ahí, devolviendo bolas increíbles. Me daban ganas de irme de la cancha". Cuando alguien como Kuerten tiene un momento de inspiración como el de estos días es difícil derrotarle. La pista central parisiense es como su casa. La conoce a la perfección, sabe qué terreno pisa y cuenta además con el apoyo incondicional de un público que, sin franceses a la vista, le ha elegido como favorito.

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¿Qué hacer contra todo esto? "La respuesta es difícil", advirtió Manuel Santana, campeón en 1961 y 1964; "a Feliciano tal vez le faltó orden en su juego. En algunos momentos me pareció que le faltaba algo de paciencia, que buscaba golpes ganadores en situaciones imposibles. Cuando estás muy apurado, lo mejor es intentar reiniciar el punto con un globo y buscar otra oportunidad".

López no hizo eso. Pretendió batir a Kuerten con sus esquemas: el saque, la volea y los golpes ganadores. Ése es su sistema. Y es también el que utiliza el británico Tim Henman, que hoy jugará en los cuartos de final contra el argentino Juan Ignacio Chela; el que llevó al estadounidense John McEnroe a la final en 1984 y el que permitió al francés Yannick Noah convertirse en ídolo nacional en 1983. "La diferencia es que ellos jugaron así toda la vida", puntualizó Santana; "no sabían hacer nada más".

El toledano, 20º del mundo hasta ahora, tiene un juego más propio de las canchas rápidas que de las lentas. Él mismo confesó ayer que donde mejor se siente es en Wimbledon. Y le cuesta cambiar su mentalidad. Tiene golpes de fondo de calidad para la tierra batida, pero no parece dispuesto a aceptar el sacrificio que supone. "Tal vez me he precipitado, puede que sí", insistió López; "podía intentar alargar más los puntos para forzarle físicamente. Pero eso no es nada fácil. He hecho lo que he podido. Y me ha dado muy pocas opciones". Esta vez, además, apenas pudo contar con la ayuda de su saque: sus primeros no pasaron de un 44%, sufrió cuatro roturas y sus aces se quedaron en tres. Guga, en cambio, cedió una sola bola de break, que perdió, pero sacó mucho mejor rendimiento del riesgo que tomó con sus golpes ganadores: logró 29 puntos y falló 26 veces y el español cometió 35 errores para sumar 24 puntos.

"Para jugar bien en la tierra batida hay que tener una técnica perfecta y ser un jugador muy completo", comentó Kuerten, que fue operado de la cadera derecha hace dos años y que parece tener en ella la principal preocupación para recuperar el título; "no puedes tener lagunas importantes, puesto que das ventajas a tu adversario, que, gracias a la lentitud de la pista, tiene más tiempo para poder colocar la bola donde más duele".

Esta técnica la dominan a la perfección los argentinos David Nalbandian y Gastón Gaudio, que ayer superaron a los rusos Marat Safin, con ampollas en las dos manos, e Igor Andreev cuadrando un record histórico para su país, que nunca había tenido a cuatro jugadores en los cuartos de final de un grand slam. Hoy, dos de ellos,Coria y Chela intentarán entrar en las semifinales. Coria, el tercer jugador mundial, se enfrentará a Moyà, el quinto, en lo que para muchos es una final anticipada. Son los reyes de la tierra batida, los que llevan más victorias en este curso: Moyà, 28 por 5 derrotas; Coria, 20 por 1 -desde el pasado Roland Garros, 35 por 1-. El suramericano ha ganado sus tres últimos tres duelos sin perder un set.

Feliciano López, pensativo.
Feliciano López, pensativo.EFE

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