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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Domóticas, virtuales o chapuzas reales

Hace algunos años, tomamos la desacertada decisión de comprar una casa en la Urbanización Aben Humeya-Valle de Bartodano en Jun, Granada que se conocerá como pionero en todo lo referente a nuevas tecnologías (Internet, Voto electrónico, casas domóticas, etc.). Al estar cercana la fecha de entrega de las viviendas, algunos de nosotros vendimos nuestro piso y pasamos a vivir de alquiler, otros contrajeron matrimonio sin poder ocupar sus casas, otros tienen muebles y electrodomésticos en almacenes y distribuidos en las casas de familiares, y un largo etcétera de situaciones anómalas que nos perjudican, por el incumplimiento en la fecha de entrega de las casas.

Al cumplir los plazos de entrega (en algunos casos hasta tres años de retraso), comenzamos a pedir explicaciones al Ayuntamiento (PSOE), las constructoras y las promotoras , obteniendo por respuesta en algunos casos, que dentro de dos meses era la entrega, después de esos dos meses que dentro de otros dos, y así a cada uno nos iban dando aplazamientos basándose fundamentalmente en que todavía no había agua en la urbanización.

Al parecer, esta urbanización forma parte del Polígono 2 del Plan Parcial Aben Humeya y Valle de Bartodano y su proyecto fue aprobado en 1987 o1989 (esto no lo tenemos claro), se crea una Junta de Compensación de la que forman parte distintas promotoras y se adjudican los terrenos y a la empresa municipal de suelo y vivienda de Jun, PROJUNSA (cuyo gerente es José Antonio Rodríguez Salas, primer teniente de alcalde de Jun). Esta junta será la encargada de urbanizar la zona y dotarla de los servicios necesarios. En la fecha en la que compramos las casas estos servicios no existían y nadie nos informó de nada .

Las casas tenían un precio de entre 16 y 20 millones de pesetas y están gravadas en algunos casos hasta con 50 millones por gastos de urbanización, cargas que en ningún caso deben recaer en el comprador. El Ayuntamiento no quiere quitar totalmente estas cargas. Algunas manzanas se han construido en régimen de propiedad horizontal. Los darros de las casas van unidos de una casa a otra, pasando los darros del vecino por el terreno del vecino de al lado y los darros de estos dos por el terreno de otro, hay servidumbres de paso (de acueducto), cada tres o cuatro casas hay un arqueta de saneamiento (en el terreno de un vecino) y de aquí el darro sale a la general en la calzada. ¿Por qué están así los darros?, ¿para ahorrar dinero? No, para ganar más dinero.

A esta fecha se están levantando las aceras y las calzadas para meter los tubos para el gas, luz y telecomunicaciones y realizar las acometidas del agua (no han tenido tiempo después de 15 años). Respecto al gas, parece ser que la Junta de Compensación pagó (¿30.000 euros?) a Repsol por la instalación de unos depósitos subterráneos de gas propano para el suministro de la urbanización. Iniciaron las obras de instalación en una zona comercial y actualmente están paradas. El Ayuntamiento tiene previsto (según el Plan Parcial) crear una Entidad Urbanística de Conservación y nos quiere hacer creer que la urbanización es privada. Además, hace poco hemos descubierto que en la zona hay veneros, que están provocando humedades en los sótanos de algunas casas. De todo esto nadie nos informó cuando compramos.

Como ciudadanos nos sentimos engañados por las constructoras, por las promotoras, por la Junta de Compensación y por el Ayuntamiento de Jun.

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