_
_
_
_
_
Entrevista:GABRIEL ERKOREKA | Compositor

"Los grandes intérpretes deben mojarse y tocar obras de su tiempo"

Maribel Marín Yarza

El compositor Gabriel Erkoreka (Bilbao, 1969), afincado en Londres desde 1993, se siente un privilegiado. Es, junto a Roberto Gerhard, el único autor europeo con un contrato exclusivo de edición y distribución de obras con la editorial británica Oxford. "Es algo fundamental para que se escuchen, no sólo en Inglaterra, sino en todos los países de habla inglesa", reconoció el jueves, horas antes de la que la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) abriese el concierto que ofreció en la iglesia San Nicolás de Newbury con su obra Canción y danza.

Erkoreka es una de las excepciones a la regla. Sus obras no sólo llegan al público vasco y al británico, sino también al norteamericano o australiano -en septiembre se estrenará en Sidney Bizitza, obra que escribió sobre poemas de Bernardo Atxaga-. Y además lo hacen en un momento en el que, en su opinión, "lo que más se echa en falta en las programaciones del País Vasco y en otros lugares, es la interpretación incluso de los clásicos" del siglo XX.

"Creo que lo fundamental para conseguir poner a esta música en el sitio que se merece es lograr que los grandes intérpretes se decidan a interpretarlo. Que se mojen y elijan obras del repertorio de su tiempo", apunta.

Erkoreka, profesor del Conservatorio Superior de Música del País Vasco, ultima en estos momentos por encargo de la OSE Océano, obra que supone una evolución lógica en su carrera creativa hacia un lenguaje más personal. Porque para el compositor bilbaíno no "no se trata tanto de innovar, de decir algo nuevo como de decir algo personal, de ser fiel a uno mismo". Pero eso no significa ni instalarse en la comodidad ni repetirse. "Uno no puede eludir su forma de expresarse, siempre hay elementos que de alguna forma están presentes", apunta. "Eso sí, yo procuro variar la forma, la estructura de la obra. Con el tiempo que lleva componer música, si encima te repites no tendría ningún sentido".

Erkoreka lleva años investigando, buscando nuevos caminos y lenguajes para sus partituras. "Lo fundamental es seguir experimentando", asegura. "Las posibilidades de la música siguen siendo infinitas. Ya simplemente por combinatoria es imposible agotarlas todas", argumenta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_