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El deán de la Catedral de Málaga exige una solución inmediata para las cubiertas del templo

"Que [los técnicos] digan una solución y se haga, no mañana sino hoy". De esta forma tan tajante, Francisco García Mota, deán de la Catedral de Málaga, reclama una solución inmediata a los problemas de la cubierta del templo. Las lluvias no han parado de causar humedades en el interior de la catedral y, ahora, la situación es más delicada que nunca.

Tras las últimas aguas del mes de diciembre, cayeron piedras sobre el coro y, ahora, el Obispado procede a retirar las piezas más dañadas por el agua. El Cabildo Catedralicio ha alquilado una grúa de 50 metros y ya han retirado más de 200 kilos de argamasa y piedra. "Este año ha llovido más que nunca dentro de la catedral. Los cuatro arquitectos que han estado trabajando y analizando las bóvedas han considerado muy complicada la situación", asegura Francisco García Mota.

Hace cinco años, el deán y el Cabildo quisieron poner solución al problema con la construcción de un tejado. Se hizo una campaña municipal, Salvemos la Catedral, para recaudar fondos, pero la Consejería de Cultura, que vela por las modificaciones en los edificios considerados Bien de Interés Cultural (BIC), no lo permitió y aconsejó que impermeabilizasen la bóveda.

Remedio insuficiente

El remedio no sirvió de mucho y el agua ha dañado hasta el suelo del templo. Debido al desprendimiento de parte del interior de las cúpulas, se va a proceder a la colocación de una malla debajo de las cornisas para evitar accidentes. "Ahora, según afirman los técnicos, no hay riesgo porque se están quitando las partes más afectadas por la humedad. Pero debemos encontrar una fórmula, aunque sea provisional, que nos permita cubrir lo antes posible. Yo no defiendo el tejado. Lo propusimos porque teníamos el proyecto de Ventura Rodríguez, veíamos el resto de catedrales y nos parecía lo más lógico. Si los técnicos creen que el tejado no es lo más adecuado, pues muy bien, pero que digan una solución y se haga, no mañana sino hoy", afirma García Mota.

La catedral de Málaga se instituyó como principal iglesia católica de la ciudad justo al día siguiente de la conquista por parte de los Reyes Católicos, el 19 de agosto de 1487. Sólo bastó con que la reina Isabel, tras una entrada triunfal, pusiera su Virgen en la antigua mezquita, lugar en el que hoy se encuentra el Sagrario.

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Poco tiempo después, el edificio fue insuficiente y se empezó la construcción de uno mayor. "Querían que la catedral fuese gótica y, como pasó en otros sitios, se comenzó por la fachada. Pero desecharon la idea porque ese templo iba de norte a sur, cuando las catedrales han de ir de este a oeste. El sol, que simboliza el nacimiento de Cristo, sale por oriente y se pone por occidente", explica el deán de la Catedral.

Entonces siguieron el proyecto por el extremo opuesto a su portada principal. En el siglo XVII se hizo el coro y un siglo después se acometió el resto de la obra. "En esta etapa empezaron por la fachada y la Catedral fue avanzando hasta unirse con la parte antigua. Pero cuando llegaron a ésta se dieron cuenta de que había un arco roto y los canónicos tuvieron miedo de que pudiera caerse", comenta el deán. "Entonces le pidieron auxilio al rey Carlos III, quien mandó al mejor arquitecto que tenía en la corte, Ventura Rodríguez", añade Francisco García Mota.

Ventura Rodríguez afirmó que no había problema en unir parte vieja y nueva, pero que se necesitaba un tejado para proteger la cubierta de las lluvias. Se hizo el proyecto pero, por falta de dinero, la catedral de Málaga se quedó sin terminar. No se acabó una de las torres principales, ni las balaustradas, ni las cúpulas de las torrecitas, ni, por supuesto, se hizo el tejado".º

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