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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El teatro de la figura

La atención filosófica dedicada al hombre en la Grecia clásica permitió la idealización del cuerpo humano tal como se manifiesta en la estatuaria y en su proyección abstracta en los canónicos órdenes arquitectónicos. La mimesis idealizada y la abstracción de las proporciones del cuerpo son los dos grandes ejes en los que se apoya la cultura artística occidental. Las vanguardias, en su afán anticlasicista, intentaron generar unas obras artísticas que carecieran de referentes ajenos al propio arte, despreciando la imitación y renunciando a la figuración. Así, cuando las imágenes del cuerpo humano vuelven a aparecer, con movimientos como el pop art, lo hacen como iconos y no como figuras.

JUAN BORDES

La Caja Suiza.

Centro Cultural Conde Duque. Madrid

Hasta el 18 de enero

El escultor Juan Bordes (Las Palmas de Gran Canaria, 1948), partiendo de un profundo conocimiento de las teorías del humanismo y de la tratadística artística, se planteó en los años setenta una recuperación de la figura humana que, alejándose de las vanguardias, está más próxima al existencialismo que a las corrientes del realismo. Frente al redescubrimiento del cuerpo como potencial elemento de liberación de la sexualidad o de reivindicación militante del feminismo, el trabajo de Juan Bordes parece querer indagar en lo que hay de arquetípico en los cuerpos, para lo cual parte de la idea clásica de figura a la que somete a procesos de disección, deformación, hibridación y desmembramiento, recurriendo a todas las posibilidades que han ofrecido las prácticas de la posmodernidad.

Sus figuras, torturadas y retorcidas, fragmentadas o esquematizadas, son el resultado de un proceso acumulativo de trabajo e investigación plástica en el que están presentes diferentes concepciones, desde la idea humanista de figura hasta los estudios gesticulantes de Messerschmidt, desde la teatralidad de un Bernini hasta el descarnado realismo de lo anatómico. Pero todo ello aparece tratado con un lenguaje plástico y unos materiales inequívocamente actuales.

El sentido del trabajo escultórico de Juan Bordes se hace particularmente evidente en la actual exposición, en la que se recogen no tanto las muestras concretas de su obra como los procesos creativos de que se sirve el artista en su propio estudio. Por medio de algunas figuras e instalaciones, de una interesante colección de registros fotográficos que terminan por convertirse en obras autónomas, y de unas videoinstalaciones se muestra la intimidad de ese laboratorio de cuerpos. Todo el conjunto de la exposición es, a su vez, una gran instalación, una especie de escenografía en la que se recrean las figuras en diversos ambientes, en la que el cuerpo humano protagoniza diferentes papeles que se representan en un taller de artista que se ha convertido en proscenio de pasiones existenciales.

'Equilibrios 2' (1999), obra en bronce de Juan Bordes.
'Equilibrios 2' (1999), obra en bronce de Juan Bordes.

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