El Sabadell asegura que no reducirá empleos pese a cerrar 70 oficinas
El presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, lanzó ayer un mensaje tranquilizador a la plantilla tras la compra del Atlántico, pese a que el informe presentado a los analistas prevé el "cierre neto" de 70 oficinas debido a las duplicidades detectadas. "Los empleados no se deben preocupar", declaró Oliu a Catalunya Informació, porque confía en que "las redundancias puedan ser absorbidas". Un portavoz del banco precisó que se quiere reabrir otras 70 oficinas en las áreas geográficas donde se produzcan los cierres previstos y que el personal afectado tendrá oportunidades de reubicación.
Considerando que cada oficina (el Sabadell tiene 878, y el Atlántico, 288) cuenta de media con nueve empleados, pueden peligrar 630 empleos. El Sabadell aún no ha empezado a hablar con los sindicatos.
El banco, controlado por La Caixa y el luso BCP, no podrá controlar el Atlántico hasta que en marzo culmine su ampliación de capital de 1.200 millones. El nuevo Gobierno de la Generalitat expresó su deseo de que cajas e inversores catalanes participen en esta operación.
Mientras, una caída del 2,26% de las acciones del Sabadell, hasta cerrar a 17,3 euros por título (tras la del 1,12% del día anterior), cumplía ayer con la advertencia de los analistas sobre el castigo que el mercado infligiría al banco catalán a corto plazo por el sobreprecio pagado (1.500 millones, o casi tres veces su valor en libros).
Sin embargo, la "complementariedad" de ambas entidades fue reconocida por las agencias de calificación. Moody's mantuvo la calificación crediticia del Sabadell en A1/Prime-1, aunque rebajó su índice de fortaleza financiera de B a B- al creer que se debilita la eficiencia de costes del nuevo grupo.
