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Los ex trabajadores de Puigneró anuncian acciones legales 500 despedidos de la textil siguen sin cobrar las deudas pendientes

Unos 60 ex trabajadores de la fábrica de Sant Bartomeu del Grau de Hilados y Tejidos Puigneró aprovecharon ayer la constitución de la Mesa del Parlament para protestar ante la sede de esta institución y recordar a los partidos políticos que sus problemas aún no tienen solución. Los despedidos de Puigneró exigen que se aceleren los trámites de liquidación de la empresa y, si esto no pasa, realizarán acciones legales.

Los 500 despedidos siguen sin cobrar las deudas que la firma textil contrajo con ellos, que ascienden a 30.000 euros de media por trabajador.La empresa debe unos 9.400 euros de media a cada ex trabajador en concepto de salarios impagados y unos 21.000 euros más por indemnizaciones.

Los diputados Joan Puigcercós, Josep Huguet y Josep Maria Freixanet, de ERC, y Ferran Rañé y Flora Vilalta, del PSC, se acercaron a los trabajadores para recoger la carta donde se explica la situación de Puigneró y prometieron estudiar el asunto. Los manifestantes llamaron al presidente en funciones de la Generalitat, Jordi Pujol, a su llegada al Parlament, pero éste continuó hacia el hemiciclo.

El comité de empresa de la factoría de Puigneró en Sant Bartomeu del Grau está dispuesto a llegar a donde haga falta para que no sean los ex empleados de la textil los que paguen los platos rotos de años de mala gestión, que llevaron a Puigneró a presentar suspensión de pagos en noviembre del 2000 con un pasivo de unos 28.000 millones de pesetas. Éste es el motivo por el que han pedido a los asesores técnicos de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras que preparen la documentación necesaria para emprender acciones legales contra la compañía. Será su última baza. Antes intentarán agotar el actual canal de liquidación de la firma si se aceleran los trámites.

La liquidación de los bienes de Puigneró está en manos de Hacienda y la Seguridad Social, los principales acreedores de la textil, que, junto con la sociedad Puignerel, constituyeron el pasado 25 de septiembre la comisión encargada de aprobar las ventas, cuyo rendimiento servirá para pagar deudas. Los trabajadores critican que la comisión no actúa porque la citada filial de Puigneró (Puignerel) renunció. Ésta era una situación ya prevista en el convenio de suspensión de pagos, que además autorizaba a las dos partes restantes a nombrar otro miembro de hecho.

Pese a esta potestad, Hacienda y la Seguridad Social han preferido notificar la situación al juzgado y solicitar que se decida qué medidas se deben tomar. Esta decisión ha dejado inoperativa la comisión y, por lo tanto, ha eliminado la única esperanza de los trabajadores de saldar sus deudas de forma directa con la empresa.

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Desilusionados y hartos de tanta burocracia y de la pasividad de las administraciones encargadas de vender las naves de Puigneró, los ex empleados temen que el proceso se eternice.

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