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Quién es quién entre los presos del ‘procés’ que el Gobierno ha indultado

La medida de gracia implica la excarcelación de los nueve líderes independentistas a los que el Supremo condenó en 2019 por sedición a penas de entre nueve y 13 años de cárcel

Presos del Proces

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes los indultos a los presos del procés. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en La Moncloa en una declaración institucional para explicar la medida de gracia. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha llevado este martes a la reunión del Gobierno una propuesta de real decreto por cada uno de los nueve líderes independentistas presos (el exvicepresidente Oriol Junqueras, los exconsejeros Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull y Dolors Bassa; la expresidenta del Parlament Carme Forcadell; y los exlíderes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart) en el que se otorga el indulto y se explican las razones para su concesión. Una vez aprobados, los reales decretos serán firmados por el Rey y se publicarán en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El Supremo, como tribunal sentenciador de los líderes del procés, tendrá que acordar las resoluciones necesarias para ejecutar los indultos en cuanto se publiquen en el BOE. La decisión implicará la excarcelación de los nueve líderes independentistas a los que el Tribunal Supremo condenó en octubre de 2019 por sedición a penas de entre nueve y 13 años de cárcel.

Oriol Junqueras

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13 años de prisión e inhabilitación

Exvicepresidente del Gobierno catalán y exconsejero de Economía y Hacienda
Delito sedición y malversación

El exvicepresidente de la Generalitat y exconsejero de Economía y Hacienda Oriol Junqueras nació el 11 de abril de 1969 en Barcelona. A muy corta edad, tres años, su familia se trasladó a la población de Sant Vicenç dels Horts, de la cual fue alcalde entre 2011 y 2015. Es egresado del Liceo Italiano, historiador de profesión y doctor en Historia del Pensamiento Económico de la Universidad de Barcelona. Su carrera como docente en la Universidad Autónoma de Barcelona terminó por relacionarlo con algunos de los miembros de las juventudes de Esquerra Republicana, las JERC, y posteriormente terminó de hacerse con las riendas de la formación en 2011, después de años de muchas turbulencias internas en las filas republicanas. Logró darle cohesión y orden al partido. Como vicepresidente de la Generalitat, fue uno de los máximos responsables de la organización del referéndum del 1-O y a su cargo estaban los responsables de crear algunas de las llamadas estructuras de Estado, como la Agencia Tributaria de Cataluña. Por ello fue condenado en el juicio al procés por delitos de sedición y malversación, agravado por razón de su cuantía. La pena impuesta por el Tribunal Supremo fue de 13 años de prisión y 13 de inhabilitación absoluta. Pese a estar en la cárcel ha seguido siendo el presidente de los republicanos y su participación en las campañas electorales tanto de las elecciones generales como autonómicas ha sido fundamental en los éxitos de ERC para llegar tanto a la presidencia de la Generalitat como para ser la fuerza catalana más votada en el Congreso de los Diputados. Durante los últimos tres años, Junqueras y su equipo de confianza han imprimido un giro en la política de ERC centrado en abandonar la vía independentista unilateral para defender un referéndum pactado con el Gobierno. También ha pasado de desdeñar los indultos a defenderlos como una victoria política del independentismo. Católico practicante, tiene dos hijos con su pareja Neus Bramona: Lluc y Joana.

Carme Forcadell

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11 años y seis meses de prisión e inhabilitación

Expresidenta del Parlament
Delito de sedición
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Aunque Carme Forcadell (Xerta, Tarragona, 1955) fue concejala por Esquerra en el Ayuntamiento de Sabadell y presidía la Assemblea Nacional Catalana (ANC) desde su fundación, en 2012, su debut ante el gran público estatal fue en la Diada de 2014. Ese 11 de septiembre, la lingüista de profesión y activista secesionista pidió al entonces president Artur Mas que “pusiera las urnas” para el referéndum de independencia. Dos meses después se realizó la consulta del 9-N. La ANC, y muy especialmente su líderesa, dejaban claro su capacidad de influencia en una política catalana que ya se movía exclusivamente al ritmo del procés. Forcadell, tras dos periodos en la Assemblea, terminó formando parte de Junts pel Sí, la lista electoral que unió a todo el independentismo, salvo la CUP, para las elecciones catalanas de 2015. Ocupó el segundo lugar de la candidatura por Barcelona y el triunfo electoral le dio el tique para llegar a la presidencia del Parlament. El Tribunal Supremo la condenó a 11 años y seis meses de prisión por un delito de sedición, basándose en su polémica actuación al frente de la Cámara catalana y que, según los magistrados, fue fundamental para dar alas a la supuesta vía independentista. Pese a las advertencias del Tribunal Constitucional y de los letrados de la Cámara, Forcadell permitió el debate y aprobación de las llamadas leyes de desconexión, torciendo el reglamento a favor de los intereses de Junts pel Sí y la CUP y vulnerando los derechos de la oposición constitucionalista. También permitió la declaración de independencia de octubre de 2017, que quedó suspendida automáticamente y posteriormente el Constitucional ilegalizó. Forcadell fue una de las primeras condenadas que rectificó sus posiciones de partida. “No tuvimos empatía con la gente que no es independentista y que quizá no se sintió tratada de manera justa. Hay mucha gente que no es independentista que defiende las libertades y los derechos fundamentales y que si le das a elegir entre España y Cataluña elige España”, dijo en una entrevista en 2019.

Josep Rull

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10 años y seis meses de prisión e inhabilitación

Exconsejero de Territorio y Sostenibilidad
Delito de sedición

Josep Rull (Terrassa, 1968) demostró que es un hombre de sólidas convicciones tres días después de la declaración unilateral de independencia. El 30 de octubre de 2017, cuando la Generalitat ya había sido intervenida por parte del Gobierno central a partir del artículo 155 de la Constitución, Rull fue el único consejero que acudió a su despacho, en la sede del Departamento de Territorio y Sostenibilidad. Quizá la imagen más conocida de él es la que tuiteó aquella mañana, sentado frente al ordenador, con un ejemplar de un diario de aquel día para mostrar a sus seguidores que continuaba ejerciendo como consejero de la Generalitat. “En el despacho, ejerciendo las responsabilidades que nos ha encomendado el pueblo de Cataluña. Seguimos”, escribió en su mensaje. Ese día, su presidente, Carles Puigdemont, ya había huido a Bélgica. Rull, abogado de formación, ha dedicado su vida entera a la política. Fue uno de los nombres más destacados en el giro de la desaparecida Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) hacia posiciones independentistas. Fue militante de CDC desde 1989 y secretario general de las juventudes del partido entre 1994 y 1998. Hoy, su cara es una de las más carismáticas entre los votantes de Junts per Catalunya, el partido sucesor de CDC liderado por Puigdemont. Junto a nombres como Quim Forn y Oriol Pujol fue abanderado del independentismo desacomplejado en la formación de Jordi Pujol, un sector de CDC que al expresidente de la Generalitat le supuso más de un quebradero de cabeza y que con Artur Mas tocaron finalmente el poder. El Tribunal Supremo le condenó a 10 años y medio de prisión por sedición.

Jordi Turull

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12 años de prisión e inhabilitación

Exportavoz y exconsejero de la Presidencia
Delito de sedición y malversación

Jordi Turull (Parets del Vallès, Barcelona, 1968) fue con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras la cara más visible de la Generalitat que apostó por la independencia unilateral. Turull era consejero de la Presidencia y portavoz del Govern que organizó el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Asumió el cargo después de que su antecesora, Neus Munté, renunciara al cargo en julio de aquel año por petición del presidente Carles Puigdemont: Munté, a diferencia de Turull, no estaba preparada para asumir la responsabilidad legal de la independencia unilateral. Turull tuvo un papel determinante en la organización del 1-O. También protagonizó ruedas de prensa que fueron momentos clave del procés, como la presentación a los medios de comunicación de las urnas del 1-O, o comparecencias en las que aseguraba a la ciudadanía que Cataluña sería independiente tras la declaración unilateral de independencia. Turull, como Josep Rull, es independentista militante desde la adolescencia, es abogado de formación, pero con plena dedicación desde su juventud a la política. Fue uno de los miembros del Ejecutivo que hizo más esfuerzos para acercar posiciones entre Puigdemont y Junqueras, y tirar así adelante con la declaración de independencia. Tras las elecciones autonómicas de 2018 fue presentado por Junts per Catalunya a la investidura para ser presidente de la Generalitat. Su candidatura no prosperó porque ingresó en prisión por orden del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Asumió la responsabilidad, por designación de Puigdemont, el editor y activista Quim Torra. Turull fue condenado en 2019 a 12 años de prisión por sedición y malversación.

Raül Romeva

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12 años de prisión e inhabilitación

Exconsejero de Asuntos Exteriores y Relaciones Institucionales
Delito de sedición y malversación

Raül Romeva (Madrid, 1971) es el único de los condenados por el Tribunal Supremo que no procede de una formación independentista. Entre 2004 y 2014 fue eurodiputado de Iniciativa per Catalunya, partido heredero del PSUC y que deriva hoy en los comunes de Ada Colau. Abandonó las filas de los poscomunistas para dar apoyo a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). En las elecciones autonómicas de 2015 fue el elegido por los partidos ERC y CDC para encabezar su lista electoral conjunta, la de Junts pel Sí. Romeva es doctor en Relaciones Internacionales y licenciado en Ciencias Económicas. Asumió en el Ejecutivo de Carles Puigdemont la Consejería de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia. Fue el representante del Govern que lideró infructuosamente la búsqueda de apoyos internacionales al referéndum de autodeterminación y a la posterior declaración unilateral de independencia.

Su talante se diferencia del de sus compañeros condenados en el juicio de 2019 por ser menos beligerante y nacionalista. En una entrevista el pasado enero en Nació Digital, Romeva advertía de que para conseguir la separación de España era necesario mucho más que un apoyo del 50% de la ciudadanía. “No se puede construir la República con la mitad del país en contra”. Romeva fue condenado por el Tribunal Supremo a 12 años de prisión por sedición y malversación.

Joaquim Forn

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10 años y seis meses de prisión e inhabilitación

Exconsejero de Interior
Delito de sedición

Joaquim Forn (Barcelona, 1964) accedió en julio de 2017 a la Consejería de Interior del Gobierno de Carles Puigdemont. Su antecesor, Jordi Jané, había renunciado al cargo cuando Puigdemont pidió a sus consejeros que abandonaran el Ejecutivo si no estaban dispuestos a ir hasta el final con la independencia unilateral. Las credenciales de Forn como independentista estaban fuera de cualquier duda. Había sido uno de los protagonistas, desde las juventudes de Convergència Democràtica de Catalunya, del lento giro del partido de Jordi Pujol hacia posiciones favorables a la separación de España. Formaron parte de este grupo nombres como David Madí, Josep Rull o los hijos de Pujol. En aquella época, el nombre de Forn destacó por ser uno de los miembros más activos de CDC que aprovecharon los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 para realizar acciones que reclamaban la independencia de Cataluña. Asumir el Departamento de Interior en los meses finales del procés era uno de los cargos más sensibles en el Govern de Puigdemont. De Forn dependía la actuación que debían realizar los Mossos d’Esquadra durante la celebración del referéndum ilegal del 1-O. También habría dependido de él el papel de la policía autonómica en el caso de que, tras la declaración unilateral de independencia, Puigdemont hubiera pedido a la población que defendiera en la calle la separación de España. El presidente de la Generalitat optó por la retirada a Bélgica. Como consejero de Interior, Forn también tuvo que hacer frente a los atentados islamistas de la Rambla de Barcelona y Cambrils (Tarragona). Forn, como sus compañeros de partido Rull y Turull, es licenciado en Derecho. Su principal dedicación profesional ha sido la política, sobre todo la municipal: en 1999 fue elegido por primera vez concejal de Barcelona, y lo fue hasta 2017, cuando fue nombrado consejero de Interior. En las elecciones municipales de 2019 encabezó la lista de Junts per Catalunya. Fue condenado por el Tribunal Supremo a 10 años y medio de prisión por sedición.

Dolors Bassa

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12 años de prisión e inhabilitación

Exconsejera de Trabajo y Asuntos Sociales
Delito de sedición y malversación

La exconsejera de Trabajo y Asuntos Sociales Dolors Bassa (Torroella de Montgrí, Girona, 1959) ha sido la condenada en el juicio del procés, tal vez junto con Carme Forcadell, en ser más abierta a la hora de exteriorizar el drama personal que les ha acarreado la vida en prisión. Mientras que los líderes presos comparten todos centro penitenciario (Lledoners), la ex secretaria general de UGT en Girona y la expresidenta del Parlament han vivido su encarcelamiento en más soledad. Bassa aterrizó en el Gobierno de Junts pel Sí para ocupar una cartera muy delicada después de años de cifras de desempleo alarmantes y duros recortes realizados por el Ejecutivo que presidía Artur Mas como respuesta a la doctrina de austeridad poscrisis. “Hace mucho daño cuando sentimos de qué manera se banaliza la palabra prisión, estamos fuertes, es verdad, pero que sepáis que todo esto nos afecta día a día”, confesó durante una intervención en el Parlament en 2020, cuando se analizaban los efectos de la aplicación del artículo 155. UGT pidió para ella el indulto en junio del año pasado, en una carta apoyada, entre otros, por la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. El Tribunal Supremo condenó a la exconsejera republicana a 12 años de prisión e inhabilitación por delitos de sedición y malversación. A diferencia de otros condenados, Bassa siempre se ha mostrado favorable a los indultos. “Si con un indulto podemos salir a la calle ¿por qué tengo que quedarme en prisión? Yo no quiero ser mártir, no soy Mandela”, dijo en 2020.

Jordi Sànchez

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Nueve años de prisión e inhabilitación

Expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC)
Secretario general de Junts per Catalunya
Delito de sedición

Jordi Sànchez (Barcelona, 1964) es el único de los lideres independentistas recientemente indultados que aún está en la primera línea de la vida política en Cataluña. El Tribunal Supremo le encontró culpable del delito de sedición por su papel de “liderazgo” de la concentración ante el Departamento de Economía en 2017 y le condenó a 9 años de prisión y otros tantos de inhabilitación para ocupar cargos públicos. Estar en la prisión de Lledoners no fue impedimento para ser elegido secretario general de Junts per Catalunya. Desde allí también lideró la negociación del nuevo Ejecutivo de la Generalitat, no sin polémicas y algunas voces internas criticando sus decisiones. Sànchez era el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) cuando fue enviado a prisión, un puesto al que llegó después de una trayectoria en el activismo y la política. Licenciado en Ciencias Políticas, fue muy cercano a la extinta Iniciativa y también estuvo en el movimiento catalanista Crida a la Solidaritat. Jugó un papel muy importante en la articulación de Junts pel Sí, la candidatura unitaria de ERC y Convergència en 2016.

Jordi Cuixart

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Nueve años de prisión e inhabilitación

Presidente de Òmnium Cultural
Delito de sedición

Jordi Cuixart (Santa Perpetua de la Mogoda, 1975) y su pareja Txell Bonet se han casado y engendraron su segundo hijo mientras que el aún presidente de Òmnium Cultural pagaba la condena de nueve años de prisión e inhabilitación que le impuso el Tribunal Supremo por un delito de sedición. De hecho, uno de los momentos más emotivos del cautiverio de los políticos presos para muchos ciudadanos catalanes, más allá de los independentistas, es cuando, gracias a un permiso expreso de la justicia, pudo salir seis horas de la prisión para asistir al parto en septiembre de 2019. El activista y dueño de una empresa de packaging, muy alejado del perfil tradicional del secesionismo, era socio de FEM Cat, un lobby empresarial soberanista, y aterrizó en la presidencia de Òmnium, en 2015, tras la muerte de Muriel Casals. Carecer de hipotecas políticas le ha dado la posibilidad de ser un verso libre en muchos asuntos polémicos. El último episodio, por el que fue muy criticado dentro del independentismo más duro, fue hace un mes, cuando saludó al ministro socialista Miquel Iceta durante la toma de posesión de Pere Aragonès. En el último turno de palabra del juicio al procés, Cuixart espetó a los magistrados la famosa frase “Ho tornarem a fer” (Lo volveremos hacer). Fue el único de los beneficiados por la medida de gracia que respondió al Tribunal Supremo para su informe al Gobierno. En su escrito insistió en que no cree que haya cometido ningún delito y que no se arrepiente de nada. Es el primero de los condenados en presentar un recurso contra el Supremo ante el Tribunal Europeo de Derechos humanos de Estrasburgo.

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