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Un acuerdo para dos Estados

El objetivo del acuerdo de Ginebra, basado en la iniciativa del ex presidente Bill Clinton en 2000, es lograr la paz entre palestinos e israelíes a través de la creación de un Estado palestino. El texto afronta directamente las cuestiones más espinosas del conflicto, que hasta ahora se han aplazado hasta las últimas fases de las negociaciones: las fronteras, el estatuto de Jerusalén, y el futuro de las colonias y de los refugiados.

El acuerdo reconoce el "derecho" tanto "del pueblo judío" como "del pueblo palestino a un Estado". Ambas partes se comprometarán a luchar contra el "terrorismo". Los redactores del texto aseguran que se inscribe en el discurso del presidente George W. Bush y de la llamada Hoja de Ruta, el plan de paz impulsado por el Cuarteto (EE UU, Rusia, la Unión Europea y la ONU).

Las fronteras se basan en la línea verde, fijada en el armisticio de 1949, pero se establece un intercambio de tierras para permitir a Israel conservar los principales asentamientos, aunque deberá evacuar todos los de Gaza. A cambio, los palestinos recibirían una superficie equivalente al sur de Cisjordania y a lo largo de la franja de Gaza. Las colonias evacuadas serán cedidas "intactas" a los palestinos, y en los territorios, desmilitarizados, se instalará una "fuerza multinacional". Además, se habilitará un corredor que una Gaza a Cisjordania, bajo soberanía israelí pero administrado por Palestina.

Jerusalén sufrirá una partición política, al conceder la soberanía palestina a las zonas de mayoría palestina, y la israelí a los barrios de población israelí. Ambos Estados podrán establecer su capital en la ciudad. Israel tendrá la soberanía sobre el Muro de las Lamentaciones, mientras que Palestina ejercerá la soberanía sobre la Explanada de las Mezquitas, bajo control de un "grupo internacional".

Los refugiados palestinos, además de recibir indemnizaciones de un "fondo internacional", tendrán dos años para optar entre ejercer el derecho de retorno al Estado palestino creado, ir a un tercer país, a Israel -que podrá decidir el número de refugiados autorizados a entrar en su territorio- o permanecer en el Estado en el que se encuentren.

El control de la aplicación del acuerdo queda en manos de un grupo formado por los integrantes del Cuarteto. El texto también establece la liberación, a su entrada en vigor, de los prisioneros "administrativos", los detenidos antes de 1994, las mujeres, los niños y los enfermos. Los detenidos después de 1994 serán liberados a los 18 meses, y los más problemáticos -responsables políticos o implicados en atentados- a los 30 meses.

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