La presidenta de Sri Lanka cierra el Parlamento y despliega tropas
La isla de Sri Lanka entró ayer en una grave crisis política tras la decisión de su presidenta, Chandrika Kumaratunga, de suspender el Parlamento al menos por dos semanas y destituir a tres importantes ministros. Cientos de soldados fueron desplegados para proteger la radio y la televisión estatal y las principales infraestructuras para "garantizar el mantenimiento del orden". El primer ministro, Ranil Wickremesinghe, rival político de Kumaratunga que gobierna en una difícil cohabitación, acusó a la presidenta de provocar "el caos".
Wickremesinghe se encontraba ayer en Washington de visita oficial para entrevistarse con el presidente George W. Bush e informarle sobre el avance en las conversaciones de paz con la guerrilla secesionista de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE, en sus siglas en inglés), proceso que experimentó una reactivación la semana pasada. Wickremesinghe acusó a la presidenta de querer sabotear las negociaciones y afirmó que no permitirá "esta tentativa desesperada e irresponsable de impedir el éxito del proceso de paz".
Kumaratunga, que como presidenta cuenta con amplios poderes constitucionales, anunció la suspensión del Parlamento hasta el 19 de noviembre y la destitución de los ministros de Defensa, Interior e Información, en función del "interés nacional". Kumaratunga puso también en alerta máxima a las fuerzas policiales. La medida no dejó de causar asombro, pese a las habituales fuertes normas de seguridad en Sri Lanka. El enfrentamiento armado entre el Gobierno y los Tigres Tamiles, suspendido desde el cese el fuego de febrero de 2002, ha causado más de 64.000 muertos desde los años setenta.
Proceso de paz
El LTTE presentó por primera vez la semana pasada una propuesta política detallada para crear una Autoridad Interina de Autogobierno en la parte norte de la isla, que cuenta con una mayoría de población tamil. Las conversaciones, en las que han participado los ministros destituidos, han sido duramente criticadas por la presidenta, que afirma que se han hecho demasiadas concesiones.
La presidenta, que sufre la ceguera de un ojo desde hace cuatro años como consecuencia de la explosión de una bomba, se ha mostrado inflexible en las conversaciones con los Tigres Tamiles. Kumaratunga también ha criticado al equipo escandinavo que supervisa el cese el fuego y la mediación noruega, a los que acusa de favorecer al LTTE.
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