Ahora, a trabajar
Hace apenas diez días que aprobamos unos nuevos Estatutos, mejorados y adecuados al marco jurídico y a la realidad universitaria.
Como ciudadanos responsables con el entorno que nos ha tocado, defendimos un modelo en el que el ejercicio de nuestros derechos y la defensa de nuestros intereses sea una práctica normalizada y no una victoria tras una lucha.
En el claustro defendimos un modelo participativo, abierto, democrático, dinámico y eficaz. Este modelo se basa en la participación de los estudiantes desde los centros (facultades o escuelas), mediante las Asambleas de Representantes de centro (ADR) y a través de la Asamblea General de Estudiantes (AGE), en la cual se encuentran representadas todas las titulaciones.
Una de las mejoras que se aprobaron fue la incorporación en la AGE de los representantes elegidos democráticamente en las ADR, que son los representantes en las juntas de centro, los delegados de grupo troncal y algunos casos también una representación de los estudiantes que participan en los departamentos. Todo ello, garantizando la presencia de estudiantes de todas las titulaciones, una garantía que viene propiciada por la estructura orgánica de las Asambleas de Representantes de centro (ADR).
Este será el máximo órgano de representación de los y las estudiantes universitarios, en el que estarán reflejadas todas las realidades representativas que concurren en nuestro sistema universitario.
Porque parte de la concepción del universitario como un estudiante de una titulación y de este estudiante como ciudadano responsable que finalizará sus estudios y aportará lo aprendido a la sociedad de la que formamos parte.
Por esto, todos y todas tenemos un papel que jugar desde hoy participando en las elecciones a delegados de grupo troncal y el próximo 4 de diciembre eligiendo a los estudiantes que estarán en las juntas de centro y en el claustro.
Es ahora cuando se debe materializar el compromiso de toda la comunidad universitaria, en general y de las estructuras orgánicas en particular, activando los mecanismos existentes de forma eficaz. Así y sólo así tendremos la universidad que defendemos en pancartas y manifestaciones. Porque somos los herederos de la revolución de las ideas, los tiempos han cambiado y ahora es tiempo de llevarlas a la práctica. El ejemplo más reciente está en el claustro pasado. El siguiente, la elección de delegados y delegadas. Y el definitivo, la participación masiva el próximo 4 de diciembre.
Gwendolyne Moya es estudiante claustral de la Universitat de Valencia
