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La oposición aplaude que se aplace el plan de ampliación del IVAM

El mundo artístico y académico se muestra dividido ante el retraso de las obras

Los partidos de la oposición celebraron ayer el anuncio de que el Consell retrasará la ampliación del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM). El PSPV, por boca de su portavoz en el Ayuntamiento, Rafael Rubio, se mostró satisfecho ante la decisión de dar prioridad a la construcción de colegios. Rubio calificó el proyecto de "burbuja electoral" que, pasadas las elecciones, será olvidado. En parecidos términos se manifestó el coordinador de Esquerra Unida, Joan Ribó, para quien la prioridad debe ser acabar el mapa escolar que "registra retrasos muy importantes".

El director del IVAM, Kosme de Barañano, declinó ayer valorar la postergación de la ampliación hasta que no hable con el consejero de Educación y Cultura, Esteban González Pons. El director se limitó a indicar que "las prioridades las marcan los políticos y no los técnicos".

Pons anunció el miércoles que los esfuerzos de su departamento se centrarán en la culminación del mapa escolar. La piel de acero diseñada por los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa que debe recubrir el edificio tendrá que esperar, ya que es "un proyecto muy interesante pero muy caro". Se calcula que las obras costarían 45 millones de euros.

El socialista Rafael Rubio celebró la decisión del Consell de concentrarse en la construcción de colegios y recordó que su partido se ha opuesto desde el principio al nuevo diseño del museo porque "rompe la trama urbanística del barrio del Carmen tanto en el ámbito arquitectónico como estético".

En su opinión lo que el IVAM necesita son "buenos fondos y exposiciones de calidad" y no "caprichos electorales". Rubio se preguntó "cuánto nos va a costar esta operación, porque a los arquitectos habrá que pagarles el proyecto".

Joan Ribó, coordinador de EU, también se felicitó porque "el nuevo Consell ha entendido que las prioridades son otras". Ribó acusó al ex presidente Eduardo Zaplana de gastar "a manos llenas en una actitud de nuevo rico", que "ha condenado a los futuros gobiernos a la indigencia".

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Fuentes del entorno del IVAM afirmaron que la decisión del consejero González Pons está influida por la secretaria autonómica de Cultura, Consuelo Ciscar. Estas mismas fuentes destacaron la solidez del IVAM frente a la futilidad de iniciativas como la Bienal, que apenas registran visitantes.

El principal autor del IVAM, Emilio Giménez, que sigue vinculado al museo, afirmó ayer desconocer el motivo del retraso de las obras. "El próximo lunes tengo una reunión con los arquitectos japoneses, y allí estaré". Giménez defendió una idea "cara pero muy atractiva" que "puede cubrir las necesidades del IVAM". El arquitecto, comprensivo con las prioridades que marque la consejería, afirmó que "aunque quede aparcada temporalmente, a la obra le llegará su hora".

Para Carlos Salvadores, coautor del museo junto a Giménez, el retraso se debe a una "cuestión de oportunidad". El arquitecto juzgó el proyecto "muy atractivo aunque mejorable". Salvadores, que manifestó que la ampliación del museo "estuvo siempre en la cabeza de todos", expresó sin embargo dudas sobre la capacidad de la reforma para "abrir el museo al barrio".

En el mundo artístico, el escultor Andreu Alfaro expresó su satisfacción por la paralización de unas obras que consideró un "gasto innecesario". En cambio, para el también escultor y pintor Miquel Navarro la ampliación del instituto es "importantísima porque el IVAM necesita una imagen más potente que consiga una incidencia mayor como signo ciudadano y lo doté de mayor capacidad". Navarro subrayó también que el plan de ampliación está en manos de "dos de los mejores arquitectos del mundo".

Respuesta muy distinta tuvo el anuncio entre los miembros de la plataforma ex amigos del IVAM. Tanto el galerista Pep Benlloch como el artista Daniel García expresaron su acuerdo con la paralización de un proyecto que "implicaría destruir parte del tejido del barrio". "Confiamos en que no sea un gesto decorativo, y que sea el principio de una política cultural coherente", señalaron.

La profesora de Historia de la Arquitectura Trini Simó consideró la decisión "de sentido común", ya que "el IVAM está interiorizado entre los ciudadanos como un símbolo", y resultaría perjudicial cambiar su aspecto externo

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