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Reportaje:

De la máquina de vapor a Internet

Picanya restaura la Alquería de Moret, del XIX, con aulas multimedia, talleres laborales y servicios para empresas

La aplicación de la máquina de vapor en la construcción de pozos de agua provocó a finales del siglo XIX una rápida expansión del regadío en tierras de secano transformadas. Esto fue el origen de los denominados horts de tarongers en las comarcas de L'Horta y La Ribera. Nacía así un nuevo paisaje agrario formado por una explotación de cítricos presidida por una gran casa que servía de vivienda de veraneo para los propietarios y de residencia de los caseros, la familia que cuidaba la finca.

En Picanya, según el historiador Adrià Besó, estos cambios se desarrollaron con intensidad durante los años 1880-1920. En este pueblo de L'Horta Sud, vecinos acomodados de Valencia invirtieron grandes capitales en la compra de tierras de secano que con el tiempo transformaron en campos de naranjos, creando así una agricultura moderna exportadora. De esta época quedan en pie y en buen estado once horts que todavía conservan antiguos motores de agua con chimeneas de ladrillo, frondosos jardines de estilo romántico, viejas balsas de riego de mampostería, y edificios con fachadas eclécticas decoradas con elementos barrocos y clásicos. Todos los horts de Picanya están protegidos como patrimonio cultural en el plan de ordenación urbana.

Algunos de estos huertos, como el de Coll, Albinyana, Lis, Les Palmes, Pla, Villahermosa o Almenar, han sido restaurados cuidadosamente por sus dueños. Otros, como la Alquería de Moret, fueron abandonados y quedaron atrapados en la zona industrial a merced del saqueo y la degradación. Sin embargo, el hort de Moret no sucumbió ante la piqueta demoledora de la especulación urbanística como ha ocurrido con otras alquerías. El Ayuntamiento de Picanya adquirió la alquería a principios de los noventa y decidió restaurarla. Y lo hizo creando empleo y dándole una nueva funcionalidad.

"La rehabilitación de la alquería la han realizado cerca de 200 jóvenes integrados en diversas escuelas taller y casas de oficios entre 1995 y 2003", apunta Carmen Soria, una de las profesoras que ha dirigido las obras. De esta manera, un grupo de jóvenes con dificultades para terminar los estudios básicos abandonaron el paro y empezaron a trabajar mientras recibían formación profesional en especialidades como la albañilería, electricidad, fontanería, ebanistería o mantenimiento de edificios. Y todo ello percibiendo un salario. El experimento dio resultado ya que el 80% del alumnado que ha participado en este programa se ha integrado después en el mercado laboral.

Ahora, tras nueve años de restauración, el edificio se ha convertido en el moderno Centro Municipal de Desarrollo Local, Ocupación y Promoción Económica. La parte noble de la alquería alberga la Agencia de Desarrollo Local que gestiona programas de empleo, mientras que la antigua cuadra y el almacén de aperos de labranza se han reconvertido en un espacio para talleres de formación ocupacional y aulas formativas y multimedia con acceso a Internet. Y en el resto de la casa se distribuyen diversos servicios para empresas y la Agencia Municipal del Agricultor, el único eslabón que evoca el pasado rural de la alquería.

La nueva Alquería de Moret rehabilitada fue inaugurada el pasado 12 por el alcalde de Picanya, Josep Almenar, y acogía como primera actividad un seminario sobre políticas sociales. Lo que en un tiempo fue una moderna explotación agrícola con las últimas técnicas de regadío, se ha convertido hoy con la globalización en un sofisticado centro de servicios económicos, pasando en poco más de un siglo de la máquina de vapor a Internet.

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