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Un estudio alerta sobre nuevos riesgos del tratamiento hormonal en la menopausia

Los investigadores afirman que aumenta la posibilidad de metástasis en el cáncer de mama

La terapia hormonal sustitutiva en la menopausia vuelve a estar bajo sospecha. Hace un año el estudio del Women's Health Initiative (WHI) alertó del aumento de cáncer de mama e infarto en las mujeres que tomaban un estrógeno y un progestágeno. Ahora, un análisis más detallado del estudio, que se realizó sobre 16.608 mujeres de entre 50 y 79 años, concluye que también es más frecuente que aparezcan metástasis y que los cánceres son más invasivos. Los expertos señalan que la situación no es extrapolable a España, donde el uso de estos tratamientos es menor que en EE UU.

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Tras la última menstruación, y debido a la falta de óvulos, el organismo disminuye la producción de estrógenos y aumenta la de otras hormonas. Debido al desarreglo hormonal, en muchas mujeres aparecen sofocos y sequedad vaginal, entre otros síntomas. Para evitar el llamado climaterio, una opción es suministrar estrógenos. Y para paliar los efectos secundarios de éstos sobre el útero, se añade otra hormona, un progestágeno. Contra los sofocos se da un tratamiento combinado a corto plazo (entre dos y cinco años).

Este tratamiento parecía que prevenía contra el cáncer, las enfermedades coronarias y la osteoporosis, así que los médicos instauraron de forma masiva a principio de los años noventa el tratamiento a largo plazo como prevención de estas enfermedades. Los últimos estudios desaconsejan esta última indicación, pero no el tratamiento de los sofocos.

El análisis del WHI, publicado ayer en la revista Journal of the American Medical Association, señala que un estrógeno más un progestágeno "parece estimular el crecimiento del cáncer de mama y dificulta su diagnóstico". Los investigadores dividieron a 16.608 mujeres de entre 50 y 79 años en dos grupos. A 8.102 mujeres le suministraron un placebo. A 8.506, un estrógeno y un progestágeno combinados en una pastilla al día.

El estudio comenzó en 1993 y terminó en 1998, aunque estaba previsto que concluyera en 2005. Los científicos suspendieron el ensayo debido a los problemas de salud en las mujeres del estudio con terapia hormonal sustitutiva (THS). En el grupo con hormonas, 199 desarrollaron un cáncer de mama invasivo, comparado con las 150 del grupo de control. La medicación también aumentaba el riesgo de padecer una enfermedad coronaria e infarto cerebral y disminuía la incidencia de osteoporosis y de cáncer de colon.

Pero la mayor distancia entre los grupos se da en el momento del diagnóstico. En un 25,4% de los casos de cáncer en mujeres con THS, el cáncer se había extendido a otras zonas del organismo cuando fue diagnosticado. En el grupo control, el porcentaje disminuye hasta el 16%. Los científicos no saben si el aumento en las metástasis es debido a que la terapia hormonal hace más opaco el tejido de la mama, lo que dificulta el diagnóstico, o a que la medicación favorece el aumento del tumor.

Los resultados del estudio son especialmente importantes en EE UU, donde un 50% de las mujeres mayores de 50 años han estado bajo THS, según el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Menopausia, el ginecólogo Santiago Palacios. Éste señala que la situación no es extrapolable a España: "En España sólo un 7% de las mujeres mayores de 45 años están con terapia hormonal sustitutiva, y de ésas el 90% están bajo tratamiento a corto plazo para evitar los sofocos, lo que no está cuestionado".

Palacios añade: "Durante años nos han criticado por mandar poco la sustitución de hormonas y la prescripción ha estado muy ajustada. Así que ahora no hay que alarmar a las mujeres. El estudio cuestiona la terapia para mujeres de más de 60 años con más de cinco años de tratamiento".

En julio de 2002, tras los primeros resultados del estudio WHI, la Agencia Española del Medicamento, dependiente del Ministerio de Sanidad, recomendó evitar el tratamiento a largo plazo para prevenir las enfermedades cardiovasculares. La agencia señalaba que el tratamiento a corto plazo contra los sofocos era beneficioso. Algo que, según Palacios, no cambia el nuevo análisis de los datos. En España en el último año ha disminuido un 20% el número de mujeres tratadas con terapia hormonal. En EE UU el descenso ha sido del 50%. Otra diferencia es que en España no son exactamente los mismos fármacos que en EE UU, aunque el mecanismo de acción es similar.

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