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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

David Brinkley, popular informador televisivo americano

Enric González

David Brinkley usaba un lenguaje sobrio y lacónico para explicar las noticias, y no se privaba de ser sarcástico. Fue el informador televisivo más popular de Estados Unidos durante décadas, superando en audiencia al mítico Walter Cronkyte, y un pionero que creó escuela. Miles de periodistas audiovisuales siguen considerándole el máximo maestro del oficio. Sus ideas sobre su trabajo eran tan escuetas y concretas como sus frases: "El periodismo son las noticias; noticia es lo que ha ocurrido hoy y, en caso de que se sepa, por qué ha ocurrido. No hay más", decía. Y añadía: "La mayor parte de las noticias no son importantes; en realidad, muy pocas lo son". Brinkley murió el jueves, a los 82 años, a consecuencia de una caída en su casa de Houston (Tejas), donde vivía desde que se retiró en 1996.

Nació el 10 de julio de 1920 en Wilmington (Carolina del Norte), hijo de ferroviario, y no llegó a graduarse porque en 1942 la agencia UPI le ofreció un empleo como reportero en Atlanta. Casi inmediatamente le contrató la NBC, que en 1945 le ofreció la dirección y presentación de un programa informativo llamado America United. Tenía un talento especial para contar las noticias, y en sus memorias explicó que su "truco" consistía en subrayar determinadas palabras en los textos para darles énfasis. Eso generó un estilo oratorio ligeramente sincopado.

En 1956, NBC le asoció con un periodista más veterano, Chet Huntley, para cubrir las convenciones demócrata y republicana. La pareja fue un éxito y asumió el principal espacio informativo de NBC, bajo el título The Huntley-Brinkley Report, en el momento en que la televisión se convirtió en un fenómeno de masas. Cuando Huntley se jubiló, Brinkley pasó a la cadena ABC y creó otro espacio histórico, This week with David Brinkley, precursor de los programas informativos que todas las grandes cadenas ofrecen actualmente los domingos por la mañana.

Su currículo profesional era impresionante. Sus memorias tenían el siguiente subtítulo: '11 presidentes, 4 guerras, 22 convenciones políticas, un alunizaje, 3 magnicidios, 2.000 semanas de noticias y otras cosas en televisión, y 18 años creciendo en Carolina del Norte'. Ganó 10 premios Emmy, tres premios George Foster Peabody y, en 1992, la Medalla Presidencial de la Libertad, concedida por George Bush padre.

Uno de sus rasgos característicos era la mordacidad. Definía las convenciones políticas, en las que los dos grandes partidos eligen su candidato a la presidencia, como "un castigo inusualmente cruel" para los asistentes. En 1996 cubrió unas elecciones presidenciales por última vez y definió al ganador, Bill Clinton, como "un pelmazo". "No tiene ni un hueso de creatividad en su cuerpo y, por tanto, es un pelmazo, y siempre será un pelmazo", dijo. Añadió que Estados Unidos tenía por delante "otros cuatro años de chorradas". Pocos días después se disculpó personalmente ante Clinton, y se marchó a Tejas como jubilado.-

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