Un grupo ligado a Arafat desafía al nuevo Gobierno con un atentado
Un suicida de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa causa un muerto y 14 heridos
Un suicida palestino, Ahmed al Jatabi, de 18 años, hizo estallar ayer por la mañana la carga explosiva que llevaba en los accesos de la estación de tren de Kafar Sava, a pocos kilómetros al norte de Tel Aviv, causando la muerte de un vigilante y heridas a 14 viandantes. El atentado es, según los observadores políticos, un gesto de claro desafío de las organizaciones radicales palestinas al pacto que horas antes habían alcanzado el primer ministro Abu Mazen y el presidente Yasir Arafat para formar un Gobierno con el que poner fin a la Intifada y volver a la mesa de negociaciones con los israelíes.
El autor del atentado, vecino del campo de refugiados de Balata, en el término municipal de Nablús, era un militante conocido del grupo radical las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, vinculadas al partido gubernamental Al Fatah. Sus familiares aseguraban ayer que desde hacía varios días el joven había desaparecido de su domicilio, dejando en su casa varias fotos empuñando su arma, como si tratara de anunciar indirectamente sus intenciones.
El suicida, apoyado por un comando de otra organización radical, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPL), se dirigió a primera hora de la mañana a la estación de trenes de Kafar Sava, con diez kilos de explosivo bajo el abrigo. Pero antes de que pudiera llegar a la sala de espera, donde se encontraban más de 200 viajeros que se disponían a tomar el tren para desplazarse a Tel Aviv, un guardia de seguridad le dio el alto y le pidió que se identificara.
"Hizo un gesto, como de llevarse la mano al bolsillo, para tratar de encontrar su documento de identidad. Entonces oí una enorme explosión y vi su cuerpo saltar por los aires", declaró uno de los viajeros, mientras trataba de reponerse del susto, en el departamento de urgencias del hospital Meir de la ciudad. En la sala de primeros auxilios se encontraban otros 13 heridos.
La mayoría de ellos habían sido alcanzados por una lluvia de tuercas y tornillos, que salieron proyectados en todas direcciones al estallar la bomba. Otros sufrieron heridas al cortarse con los cristales de las puertas de vidrio de la estación, que se había inaugurado hacía poco menos de dos semanas. Los servicios policiales apenas pudieron identificar el cuerpo del guardián Alexander Kostiyuk, de 24 años. Éste había llegado de su Ucrania natal seis años atrás. Kostiyuk había servido como soldado en la Policía de Frontera y había estado en los frentes de Hebrón y Belén. Ayer, sus vecinos y amigos del barrio de Bat Yam, cerca de Tel Aviv, hablaban de él como un héroe, por salvar la vida de los pasajeros.
El atentado supone un desafío claro a la política de pacificación que el Gobierno palestino trata de emprender para poner fin a la Intifada y reanudar el proceso de negociación con los israelíes, interrumpido hace dos años y medio. El ataque suicida se produjo cuando aún no se habían cumplido 24 horas de un pacto histórico, entre el primer ministro Abu Mazen y el presidente Yasir Arafat para poner en pie un Gobierno capaz de luchar contra los activistas radicales, desarmar a las milicias y devolver el conflicto israelo-palestino a los raíles de la paz.
"Negociaremos con este nuevo Gobierno palestino en la medida en que sean capaces de acabar con el terrorismo", aseguró un portavoz gubernamental israelí, poco después de conocerse las primeras noticias del atentado, el primero desde el pasado 30 de marzo.
Mientras, en Washington, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, señalaba que Estados Unidos está dispuesto a implicarse más activamente en la paz en Oriente Próximo. "El presidente
Bush me ha dado instrucciones de estar dispuesto a empeñarme de forma más completa y directa para hacer avanzar la Hoja de Ruta, el plan internacional para un acuerdo de paz israelo-palestino", dijo Powell. El secretario de Estado indicó que el texto de la llamada Hoja de Ruta se publicará en cuanto sea aprobado el Gobierno de Abu Mazen por el Consejo Palestino.
Por otra parte, soldados israelíes mataron ayer a dos palestinos cuando reprimían una manifestación en la aldea de Karauat Bani Zeid (Ramala), informa Efe. Fuentes palestinas dijeron que los soldados dispararon contra estudiantes que les arrojaban piedras, e hirieron a otros cinco manifestantes. Fuentes militares informaron de que los soldados respondieron con gases lacrimógenos y armas de fuego cuando vieron que corría peligro su vida y que el incidente está siendo investigado.
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