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Crónica:BALONCESTO | Liga ACB
Crónica
Texto informativo con interpretación

Agónica victoria del Madrid

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Alberto Herreros, tan imprevisible como genial, dio al Madrid la victoria sobre el Manresa, al que se le escapó el triunfo en el último suspiro. El mérito del equipo de Javier Imbroda radicó en su perseverancia. Cuando parecía que todo el pescado estaba vendido, que el Manresa tenía cogida por el cuello la presa, el Madrid se metió en el partido ante la sorpresa del rival y del público del pabellón Nou Congost, que no dio crédito a la remontada visitante. En un último minuto frenético, el Madrid dio la vuelta al choque merced a un triple de Herreros casi sobre la bocina. Con la de ayer, ya son tres las victorias consecutivas del Madrid, que se convierte en el cuarto conjunto que gana a lo largo de esta temporada en el Nou Congost.

MANRESA 72 - REAL MADRID 73

Manresa: Schmidt (4), Laviña (18), Patterson (17), Oliver (18) y Williams (2) -quinteto inicial-; Llorens (5), Lázaro (5) y Singla (3).

Real Madrid: Victoriano (2), Mumbrú (7), Alston (18), Alfonso Reyes (5) y Alberto Herreros (12) -quinteto inicial-; Angulo (3), Mulaomerovic (8), Tarlac (12) y Roberto (6).

Árbitro: Maza, Llamazares y Rosado. Sin eliminados.

Unos 5.000 espectadores en el Pabellón Nou Congost.

Superado por el trepidante y alocado juego del Manresa, el Madrid persistió en sus defectos, que son muchos tras lo visto en el curso. Ayer tuvo uno muy grave: abusó de los lanzamientos desde más allá de la línea de los 6,25 metros. El grupo de Imbroda trataba de pegar mordiscos a la desventaja que sufría mediante lanzamientos lejanos, pero ése no era el camino. Paradójicamente, su victoria se produjo gracias a un triple de Herreros, su única canasta en el último cuarto. Única, pero providencial para los intereses de su equipo.

El Madrid afrontó el último cuarto con una desventaja de cinco puntos (55-50) que creció a medida que transcurría el tiempo. Hasta de ocho puntos de ventaja (69-61) llegó a disfrutar el Manresa, que tenía el partido muy controlado. Súbitamente, sin embargo, el conjunto catalán palideció. En ello tuvieron mucho que ver Tarlac y Mulaomerovic, cuya contribución al triunfo madridista fue enorme en el último cuarto, pues en los tres primeros pasaron inadvertidos.

Antes, el Manresa había sacado mucho jugo del guirigay en el que se convirtió el partido con triples por aquí y por allá. Por un momento, el choque se tornó en un concurso de tres puntos que no beneficiaba en nada al Madrid, tan espeso en el lanzamiento como en el ataque estático. Sólo durante el primer cuarto el equipo de Imbroda jugó con cierto criterio. Fue el tiempo de Alston, que tomó un gran protagonismo -anotó 10 de los 19 puntos de su cuadro- tanto en los tiros como en los rebotes.

Pero el partido dio un vuelco en el segundo cuarto. El Manresa se fue arriba con un baloncesto vibrante que desestabilizó en todos los aspectos al Madrid. Un dato: Alston no obtuvo un solo punto en todo ese tiempo. El equipo de Ricard Casas, con un parcial de 16-2, remontó el encuentro para irse al descanso con una ventaja de seis puntos (37-31).

Un Madrid muy apagado, incluso torpe -en el ataque perdió balones a porrillo-, espoleó al Manresa, que aprovechó para sacar petróleo de su trepidante juego y tomar hasta 10 puntos de ventaja. Ésta, sin embargo, se diluyó como un azucarillo al final, algo que ocurrió por la cabezonería del Madrid, que se apuntó una victoria tan agónica como celebrada.

Laviña intenta encestar ante la oposición de Alston.
Laviña intenta encestar ante la oposición de Alston.EFE

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