Un nuevo intento

Sophie Rhys-Jones, condesa de Wessex y esposa del príncipe Eduardo de Inglaterra, ha recurrido a los tratamientos de fertilización in vitro en su empeño por quedarse embarazada, afirmaba ayer The Sunday Times. La condesa de Wessex, de 38 años y que a finales de 2001 perdió el hijo que esperaba, tiene previsto someterse a un tercer tratamiento de fertilización próximamente, después de que dos intentos previos resultasen infructuosos. El nuevo proceso será vigilado por el ginecólogo de la familia real, Marcus Setchell, quien ha avisado a la condesa, esposa del hijo menor de la reina Isabel II, del escaso margen de éxito de ese tipo de tratamientos. Setchell, un especialista en fertilidad, ha comentado a Sophie que sólo uno de cada cuatro tratamientos de fertilización in vitro consigue que la paciente se quede embarazada y que el porcentaje es todavía menor cuanto mayor es la edad de la mujer. A finales de 2001, Sophie Rhys-Jones perdió un hijo tras ser operada de urgencia a causa de un embarazo extrauterino en un hospital al que hubo de ser trasladada en helicóptero y donde recibió transfusiones de más de dos litros de sangre. El príncipe Eduardo y la condesa de Wessex contrajeron matrimonio en 1999 y ya entonces manifestaron su intención de formar una familia. La pareja no goza de gran popularidad en el Reino Unido, donde han sido acusados por la prensa de aprovechar su posición como miembros de la familia real para lograr suculentos contratos en sus respectivos negocios particulares. En 2002, tras ser centro de una fuerte polémica por ese motivo, ambos se vieron obligados a dejar sus trabajos y centrarse en las labores de representación de la monarquía. El príncipe abandonó la compañía de producción de televisión Ardent y Sophie su empresa de relaciones públicas, después de caer en la trampa de un periodista que se hizo pasar por un jeque árabe y al que hizo comentarios indiscretos sobre la familia real.-