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El director de 'Le Monde' confía en el apoyo de sus lectores frente a las imputaciones de un libro

El director de Le Monde, Jean-Marie Colombani, mostró ayer su confianza en el apoyo de los lectores para superar la enorme polémica provocada por el libro La cara oculta de Le Monde, en el que se lanzan graves imputaciones contra el equipo que dirige este diario, al que se presenta como "totalitario", antifrancés, apoyado en fuentes interesadas y dedicado a tareas de lobby. Colombani expresó esa confianza durante su participación en un chat en directo, que se vio colapsado por las llamadas de millares de personas desde el instante en que empezó.

"Nuestra única respuesta a ese libro será profesional", contestó el director al internauta que le preguntaba si el contenido editorial del diario será modificado tras la publicación del libro. Colombani aceptó la sugerencia de uno de ellos de responder "punto por punto" a las imputaciones, que van desde el endeudamiento del periódico o el sueldo de su director hasta el tratamiento de determinadas informaciones.

La mayor parte de las cuestiones no pudieron ser contestadas -ayer llegaron 1.800 preguntas- y la sesión continuará la semana próxima, una situación que refleja la expectación creada por el libro, del que ya se han vendido 60.000 ejemplares, según la editorial, y del que se preparan nuevas ediciones a marchas forzadas.

Colombani avanzó la respuesta a una de las acusaciones: la de haber hecho lobby a favor de la instalación de la prensa gratuita, mientras el diario tomaba posición pública contra ella. "Lo que hemos defendido es que los gratuitos se inscriban en las condiciones económicas y sociales de la prensa parisiense (...) Siempre hemos subrayado, y evidentemente eso sigue siendo cierto, que nosotros encarnamos lo contrario. Creemos que los periodistas aportan una profesionalidad que justifica a los lectores que compran su periódico. Para nosotros no hay prensa de calidad sin periodistas, numerosos y de calidad".

El filósofo Bernard Henri-Lévy firma esta semana un artículo en la revista Le Point en que atribuye al libro en cuestión "un insoportable perfume de caza al hombre". Se fija en particular en un capítulo en que, "para descalificar mejor a un hijo" (Jean-Marie Colombani), los autores "se atreven a ensuciar al padre" (Jules Colombani, ya fallecido, a quien acusan de haber sido un agente del fascismo italiano, utilizando como base un informe policial). Pero "lo más grave" del libro en cuestión es el intento de abrir un proceso a los directivos de Le Monde como malos franceses por su insistencia en remover historias de la época colonial, del régimen fascista de Vichy, del racismo o del antisemitismo.

Los periodistas de Le Monde quieren defender su honor de forma solidaria, según el comunicado emitido por la Sociedad de Redactores, que es el accionista más importante del vespertino. Tras una asamblea de 200 periodistas, que se prolongó cinco horas, el comunicado aprobado asegura que el libro firmado por Pierre Péan y Philippe Cohen -este último, ex periodista de Le Monde- se revela "no como una investigación periodística conducida con rigor y verificando sus fuentes, sino como un panfleto chirriante y de una extrema violencia".

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