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La jornada de Liga | FÚTBOL

Gaspart, triste y ausente

El presidente azulgrana escuchó algunos silbidos y siguió el partido con un rictus de seriedad

Joan Gaspart fue ayer un hombre más tranquilo, pero también más triste de lo habitual. Vanos fueron los intentos del aún presidente del Barcelona por aparentar que nada había sucedido durante la semana, que todo seguía igual. Su anuncio de que el 1 de marzo abandonará la presidencia le concedió la tranquilidad que, seguramente, buscaba desde hace tiempo, pero también dejó marcado en su rostro un trazo evidente de amargura y sinsabor. Pocas palabras, pocos gestos, apenas alguna sonrisa -cuando Overmars marcó el segundo tanto del Barça- esgrimió durante el encuentro de ayer.

Tal y como había anunciado, el presidente azulgrana se dirigió al Camp Nou a pie. Confundido entre el río de aficionados, Gaspart caminó escuchando los comentarios que le lanzaban algunos seguidores. Nada extraño, todo normal. Su anuncio de abandono había apaciguado los ánimos. En el palco le aguardaban el Nobel de la Paz, John Hume, y un par de representantes del Derry City, un equipo irlandés que reúne a católicos y protestantes. Acompañados del candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, se reunieron con Gaspart con un claro objetivo: que el Barça dispute un encuentro amistoso en Irlanda como símbolo de concordia. La petición sonó a metáfora, ahora que el club azulgrana parece haber recuperado la paz social.

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Aunque no todos están de acuerdo con tal apreciación. Cuando Gaspart asomó en el palco para presidir el encuentro no sólo percibió la indiferencia generalizada del Camp Nou, sino también algunos silbidos de reprobación. No muchos, no muy sonoros, pero silbidos al fin. Pero no se inmutó. Circunspecto, casi como si estuviera ausente, acogió el primer gol del Barça sin mayor emoción. Saviola marcó y el presidente arqueó las cejas en un gesto de incredulidad. Ni un aplauso ni una sonrisa esbozó. Apenas algún comentario con el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, sentado a su derecha. Josep Maldonado, el secretario de Deporte de la Generalitat, el promotor del pacto para la salida de Gaspart, el "héroe nacional" como lo calificó Xavier Trias, candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona, se sentaba un paso más allá. Era una más de las personalidades que se dieron ayer cita en el palco del Camp Nou. Además, de Maragall y Trias, también Artur Mas, el conseller en cap, se personó. Y Salvador Alemany, el vicepresidente que desencadenó los hechos que acabaron con la rendición de Gaspart. Con él charló el presidente azulgrana en el descanso del partido. Fueron apenas un par de minutos. Alemany aparecía relajado, sonriente y distendido. Gaspart mantenía su rictus de sobriedad que ya no mudó. Cuando acabó el encuentro se esfumó.

Joan Gaspart, en el palco del Camp Nou.
Joan Gaspart, en el palco del Camp Nou.RAFA SEGUÍ

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