_
_
_
_
_

La ingente tarea de crear la 'web' del futuro

Tomàs Delclós

Gregorio Martín es director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia y uno de los pocos españoles del consorcio 3W, que impulsa la Web Semántica. Él concretamente trabaja en una ontología del tráfico que agrupa distintos elementos dentro de la idea global de información en tráfico y transporte.

Para Martín la tarea de crear una web semántica es ingente. De hecho, en un futuro convivirán dos webs: la que conocemos y la de algunos sectores que organizarán su web semántica. ¿Cuáles? Los que tienen más apremio económico o intelectual: el sector del comercio electrónico y el universo científico. Martín explicó a este suplemento con paciencia de profesor el camino para construir una web semántica.

Primer paso: en la base de la arquitectura que la soporta está el concepto de URI (Universal Resource Identificator), que es capaz de identificar recursos dentro de la Red. Mientras que la URL liga un sitio con otro, el URI es capaz de enlazar a un elemento concreto. Algo de eso hay en algunos buscadores que, por ejemplo, buscan imágenes de un tipo determinado dentro de la malla de Internet. Con este elemento y el Unicode, que permite escribir en cualquier grafía cualquier vocabulario, se dispone del nivel base.

Segundo paso: el elemento sintáctico, el XML, un lenguaje de descripción del documento con etiquetas.

Tercer paso: el RDF (Resource Descripción Framework), que hace posible relacionar una URI con otra. "Superamos el concepto de buscar palabras y permite hacer aseveraciones el tipo sujeto-predicado-objeto". A partir de ahí se define la ontología, que acota los campos semánticos de las palabras (en el campo en que se razona) para evitar que se confunda un término polisémico (por ejemplo, la palabra como).

Cuando ya sabemos de qué hablamos, cómo y qué significa, hay que crear reglas para empezar a razonar y que la máquina pueda resolver una petición del tipo "quiero en el puerto de Valencia una tonelada de acero a tal precio en tres días". Mientras que ahora el internauta debe buscar en webs de suministradores y transportistas y seleccionarlos por precio y agilidad logística, en una web semántica sería la máquina la que, al entender lo que se busca, daría el resultado.

Cuarto paso: la condición para que todo ello funcione bien es la fiabilidad de los contenidos. En Internet todo el mundo pone lo que quiere. En la web semántica hace falta que la documentación sea cierta. Los sitios tendrán que garantizar que usan datos fiables porque no tiene sentido aplicar la lógica sobre informaciones no veraces. El cifrado de la información y la firma electrónica serán dos auxiliares básicos en la Web Semántica.

"Como sabemos los que trabajamos en inteligencia artificial, ésta funciona mejor cuando el universo semántico es más pequeño. Ahora hay publicadas unas 200 ontologías en campos concretos. Es una tarea monumental cuyo objetivo es que una máquina pueda interrogar a otra, con un resultado que emule el sentido común del humano, pero sin la intervención de éste. Hay que hacer un gran esfuerzo de anotación".

Martín está preocupado por una consecuencia indeseada: el dominio del inglés. "Aunque el consorcio W3 busca la internacionalización de la Web Semántica, ésta crecerá en función de los sectores que la vayan creando, y el comercio electrónico y la ciencia hablan inglés".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_