El juez encarcela a los dos etarras que mataron a un guardia civil la semana pasada
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decretó ayer prisión incondicional para Gotzon Aramburu Sudupe y Jesús María Etxeberria Garaikoetxea, los dos presuntos miembros de ETA detenidos el pasado martes tras el tiroteo, registrado cerca de Madrid, en el que sufrió heridas mortales el guardia civil Antonio Molina.
No obstante, el primero de ellos, que resultó herido en el intercambio de disparos en el término municipal de Collado Villalba, seguirá hospitalizado al menos durante 10 días, hasta que reciba el alta médica, informa Europa Press.
Aramburu se encuentra internado en el hospital Puerta de Hierro, de Madrid. Hasta allí se desplazaron ayer por la mañana para interrogarle tanto el juez Ismael Moreno como el fiscal de la Audiencia Nacional Javier Balaguer y la secretaria del Juzgado Central de Instrucción número 2, que esta semana se encuentra de guardia.
La comisión judicial había tomado declaración antes a Etxeberria. Tras la orden de prisión del juez, está previsto que ingrese en la prisión de Soto del Real, en la Comunidad de Madrid.
A los dos detenidos se les acusa de numerosos hechos delictivos: la colocación de un coche bomba que estalló en un aparcamiento de Santander el pasado día 3, la realización de seguimientos de ertzainas en Bilbao y un intento de atentado previsto para el próximo día 31 contra varios centros comerciales de Madrid, con los 130 kilos de explosivos que transportaban cuando se produjo el tiroteo con la Guardia Civil.
Asesinato
Se les imputa también el asesinato del guardia Antonio Molina y un intento de asesinato del compañero de éste, el guardia civil Juan Aguilar Osuna, quien resultó herido en el mismo enfrentamiento.
Los hechos pueden ser constitutivos, entre otros, de los delitos de integración en organización terrorista, terrorismo, varias tentativas de asesinato y atentado, y asesinato consumado. El juez ha decretado también el secreto del sumario.
Jesús María Etxeberria, que quedó en libertad en 2000, tras permanecer 13 años en la cárcel por su pertenencia al comando Urdaburu, fue detenido en San Sebastián, tras conseguir huir del lugar del tiroteo con la Guardia Civil en la carretera de A Coruña. Gotzon Aramburu, quien tenía pendiente una condena de cinco años de prisión por colaboración con el comando Donostia, fue detenido tras resultar herido en el enfrentamiento.
Los dos presuntos terroristas habían alquilado una habitación en un piso de la calle de la Sierra del Valle, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, donde pensaban refugiarse tras cometer los atentados que tenían previstos contra varios centros comerciales en Nochevieja.
