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Reportaje:

Testarazos mortales

Un juez inglés falla que cabecear causó la muerte del futbolista Jeff Astle

A Jeff Astle (Notthingham, mayo de 1942 - Burton, enero de 2002), un inglés desgarbado de aspecto yeyé que se ganaba la vida como delantero centro en las décadas de los sesenta y los setenta, nunca se le ocurrió pedir un plus de peligrosidad a su club, el West Bronwich Albion. Nunca pensó que cada vez que la grada aplaudía uno de sus potentes cabezazos su cerebro se iba deshaciendo, agujereado por pequeños traumatismos. El domingo, el magistrado de South Staffordshire, Andrew Haigh, dictaminó que su muerte, a los 59 años, fue a causa 'de su trabajo'.

'Cuando el balón de aquella época se mojaba rematarlo era como recibir un puñetazo', dice Pirri

A Jeff Astle (Notthingham, mayo de 1942 - Burton, enero de 2002), un inglés desgarbado de aspecto yeyé que se ganaba la vida como delantero centro en las décadas de los sesenta y los setenta, nunca se le ocurrió pedir un plus de peligrosidad a su club, el West Bronwich Albion. Nunca pensó que cada vez que la grada aplaudía uno de sus potentes cabezazos su cerebro se iba deshaciendo, agujereado por pequeños traumatismos. El domingo, el magistrado de South Staffordshire, Andrew Haigh, dictaminó que su muerte, a los 59 años, fue a causa 'de su trabajo'. El ex jugador murió a consecuencia de una enfermedad cerebral degenerativa.

'Desde que se le detectó la enfermedad siempre hemos pensado que era por la cantidad de veces que golpeaba el balón con la cabeza', declaró con la satisfacción del litigio ganado su hija, Dawn Astle, estandarte de la lucha judicial por que se reconociera que el ariete había fallecido por un accidente laboral. Su mujer, Lorraine, fue más escueta y lo calificó como 'justicia'.

El doctor Roberto Martínez, neurocirujano del hospital Ruber Internacional, asegura, sorprendido, que 'es una extraña noticia en un jugador de fútbol'. Martínez, con la precisión y el desapasionamiento del profesional, explica: 'El cerebro flota en líquido, y si recibe un golpe se bambolea contra las paredes y choca contra ellas. Son pequeños traumatismos de forma difusa que pueden generar un cuadro de demencia'. Pero no la muerte..., 'a no ser que hubiera una enfermedad vascular previa; entonces, sí'. Peter McCabe, director del hospital Headway, analiza el suceso de un modo más alarmista : 'Las implicaciones del veredicto son enormes. Estudios en Europa y Estados Unidos ligan el juego del fútbol con problemas en la visión y en la memoria'.

Para el magistrado, el caso no deja lugar a dudas: 'Ha quedado probado que Jeff Astle sufrió lesiones irreversibles en el cerebro por los cabezazos que propinaba a los balones de cuero, habitualmente muy húmedos y pesados, durante los 20 años de su carrera'. Unas afirmaciones basadas en la autopsia realizada al jugador por el doctor Robson, que concluyó: 'La mayor parte del daño cerebral estaba en la frente. El jugador murió por un coágulo natural en el cerebro y la persistencia en los cabezazos pudo ser un factor de causa'.

Los mismos años que Astle, más o menos, los dedicó el líbero del Real Madrid José Martínez, más conocido como Pirri, a golpear el balón con la cabeza. 'Será el primer caso, desde luego', dice el veterano futbolista sorprendido, aunque concede: 'En la epoca de los sesenta el balón cuando se mojaba y te tocaba cabecear era un golpe muy violento, como un puñetazo'. Ruiz, central del Atlético, destacó en el juego aéreo desde 1972 hasta los noventa. 'No he tenido nunca ni dolor de cabeza. Eso que se dice después de despejar 200 veces de que te duele es una broma', dice con incredulidad ante la noticia Ruiz, que apostilla: 'No creo que Astle le pegara más veces que yo con la cabeza..., me parece que la familia tiene un buen abogado'.

Andrew Haigh razona su insólita sentencia basándose en que 'lo que causó el fallecimiento de Astle fue un coágulo en su cerebro', aunque admite: 'Es posible que tuviera una tendencia a padecer enfermedades cerebrales'.

El primer sorprendido del fallo sería el antiguo delantero centro. Astle marcó 174 goles en 361 partidos. La mayoría, con la cabeza. Cuando se retiró le apodaban 'el rey'. Pero para ganarse la vida tuvo que emplearse en una empresa de limpieza de cristales con la condición de 'no dejar sucias las esquinas'.

A Astle le recuerdan los aficionados ingleses por el gol que falló contra Brasil en el Mundial de 1970. El inglés erró a puerta vacía y su equipo perdió por un gol a cero. Ese gol fallido, parecido al del español Julio Cardeñosa en Argentina 78, aún sigue en la memoria de los hinchas, hasta tal punto, que una transgresora banda de rock de las islas se llama Jeff Astle and the 70's english squad. En la década de los ochenta trabajó en un programa de fútbol de la televisión británica y no fue hasta 1997 cuando empezó a padecer los primeros síntomas de la enfermedad mortal que sufría.

Jeff Astle, en uno de sus característicos remates de cabeza.
Jeff Astle, en uno de sus característicos remates de cabeza.NTI

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