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La directora Leni Riefenstahl, molesta por las críticas a su visita a Sevilla

La polémica cineasta alemana dice que se arrepiente de 'ciertas cosas'

Margot Molina

La cineasta alemana Leni Riefenstahl, que llegó a Sevilla el pasado miércoles para participar en el Festival de Cine y Deporte, estuvo a punto ayer de dejar plantados a los periodistas. 'Si nadie me quiere aquí, ¿por qué me han invitado?', cuestionaba la centenaria artista. La protesta ha partido de la Unión Romaní de Andalucía, que la acusa de 'apoyar y glorificar' al régimen de Hitler. A pesar de ser una figura clave en el desarrollo del lenguaje cinematográfico, Riefenstahl ha pasado media vida justificando su obra y su vida.

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Resulta increíble descubrir cómo Leni Riefenstahl, que cumplió 100 años el pasado agosto, conserva la vitalidad y la inteligencia que la han convertido en un mito del siglo XX. Salvo por las traducciones del alemán al español, el encuentro con la prensa fue dinámico, y sus respuestas, mucho más precisas de lo que es habitual. Vestida de blanco, muy erguida y sentada en una silla de enea, la artista atendió, a veces sonriente y otras impertérrita, incluso a las preguntas más insidiosas.

'Visto desde aquí, ahora que tengo más información, sí me arrepiento de ciertas cosas. Pero antes era imposible, yo no podía saber lo que iba a ocurrir. No era adivina', la directora que trabajó para el nacionalsocialismo se refiere al holocausto judío. Dos de sus cinco películas que actualmente se consideran obras maestras, El triunfo de la voluntad (1935) y Olímpia (1938), las realizó por encargo de Hitler.

'Contemplar estas películas ahora no me produce rechazo. Para mí son positivas en todos los aspectos, tuvieron éxito internacional y cosecharon grandes premios. Son mis películas', comentó la directora, que ayer asistió a la proyección de su primera y su última obra. La luz azul (1932) e Impresiones bajo el agua (2002) se exhibieron en el Centro Cultural El Monte y forman parte del programa La fuerza de la mirada, que el Festival de Cine y Deporte de Sevilla le dedica a la cineasta alemana. La última mirada sobre los nubas, que estará hasta el 10 de noviembre en el Museo de Carruajes, y Una mirada sobre su vida, que se inaugurará mañana en el Real Alcázar, muestran, respectivamente, su trabajo como fotógrafa en Sudán y repasa su vida 'sin prescindir de ningún episodio', asegura Manuel Grosso, comisario de ambas.

'La luz azul es mi película favorita', recordó la artista, que antes de llegar a la dirección fue bailarina y actriz. El éxito internacional de esta cinta, que recibió la Medalla de Plata en el Festival de Venecia, fue lo que hizo que Goebbels se fijara en ella para hacer un documental sobre el congreso que el Partido Nacionalsocialista celebró en Núremberg en 1934 y que se convirtió en El triunfo de la voluntad. 'Me eligieron a mí porque La luz azul había sido un éxito mundial y yo era su directora. La hice sin tener ninguna carrera ni asistir a la escuela de cine. Dirigí La luz azul porque no tenían dinero para pagar a un director y resultó que la película ganó todos los premios y galardones posibles', explicó Leni Riefenstahl, quien además protagonizó y montó aquel primer filme suyo.

Riefenstahl ha pasado más de media vida defendiéndose de los que la tachan de nazi, ella ha interpuesto y ganado más de 50 demandas por difamación, pero aun así reconoce que durante sus 100 años ha visto 'mucha más belleza que horror'. A Leni Riefenstahl, que reside en Múnich, en una casa rodeada de lagos desde 1979, se le reconoce ahora un lugar clave en la historia del cine. Ha sido la inventora de técnicas de filmación y fue pionera en la creación de estilos junto a Eisenstein y Orson Welles; sin embargo, ha pasado gran parte de su vida condenada al ostracismo. 'Creo que ha influido tanto el hecho de ser mujer como los aspectos políticos, pero la política ha tenido más peso', asegura esta polifacética artista, a la que aún le quedan proyectos en el bolsillo. 'Me hubiera gustado realizar Pentesilea. Me pone muy triste no haberla hecho', añade.

A Riefenstahl no le ha faltado nunca empuje; se inscribió en un curso de submarinismo cuando tenía 71 años -falsificando su edad-, y de la fascinación que le produjo nació su última película, Impresiones bajo el agua, que ella misma filmó hace cinco años. 'Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora', comenta. Precisamente ese entusiasmo es el que la centenaria directora quiere transmitir a los jóvenes creadores: 'Aunque encuentren obstáculos en su camino, no deben perder la esperanza. Tienen que ser tenaces y optimistas. No abandonar nunca', asegura esta polémica mujer, que, evidentemente, no está dispuesta a abandonar nada, y a sus 100 años tiene fuerzas para exponerse al mundo.

La fotógrafa y cineasta Leni Riefenstahl, ayer en Sevilla.
La fotógrafa y cineasta Leni Riefenstahl, ayer en Sevilla.GARCÍA CORDERO
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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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