Edward Said imparte una lección magistral sobre el arte de leer

'Llevo 40 años enseñando literatura, arte y música, y lo que sobre todo he querido transmitir a mis alumnos es que lean las grandes obras', comentó ayer Edward W. Said (Jerusalén, 1936), premio de la Concordia junto a Daniel Barenboim (que ayer no pudo asistir al acto de homenaje que inicialmente la Universidad de Oviedo les rendía a ambos). 'Y que aprendan a leerlas de manera dinámica, abiertas a múltiples significados, no como textos cerrados. Lo más importante es que cada uno aprenda a pensar por sí mismo y no dejarse nunca intimidar por la autoridad. Más bien, retar a cualquier autoridad, sea del tipo que sea, y enzarzarse en un debate para explorar la fortaleza de nuestras ideas'.

Edward W. Said, catedrático de Literatura Comparada de la Universidad de Columbia, en Nueva York. se ha visto obligado a matizar estos días desde qué punto de vista opinaba sobre esto o aquello: 'como americano', 'como árabe', 'como palestino'. Ayer habló como profesor. Aunque subrayó también: 'Cuando salgo de clase, soy un ciudadano más. Alguien que conoce, por su origen palestino, de forma muy próxima el dolor de mucha gente que, de un día a otro, ha perdido su tierra. Y entonces tengo que decir lo que pasa con esa gente, para que no sean barridos por prejuicios y por esos tópicos que los convierten en furiosos fanáticos, y contribuir así a construir un mundo menos hostil y donde se pueda vivir en armonía'.

'Mi principal modelo intelectual es un filósofo que vivió en Nápoles a mediados del siglo XVIII: Giambattista Vico', así empezó Said su intervención. 'Lo que este pensador explicaba es que las naciones han sido construidas por seres humanos, y que la esencia del conocimiento consiste en comprender lo que nosotros, como hombres, hemos creado'.

La conferencia de Said, que duró alrededor de media obra, se refirió, sobre todo, a dos de sus libros más importantes: Orientalismo y Cultura e imperialismo. Vino a decir que la visión que tiene cualquier occidental sobre Oriente es el resultado de los estereotipos que fueron surgiendo entre quienes desembarcaron en aquellas zonas dentro de proyectos de expansión militar. 'Cuando Napoleón llega a Egipto no lo hace acompañado sólo por sus ejércitos, sino también por una amplia representación de los eruditos y estudiosos de su tiempo. Y son ellos los que construyen la mirada sobre Oriente'.

Hubo también un coloquio, y se trataron cuestiones muy variadas. 'A Jane Austen se la suele leer como la cronista del mundo rural de la Inglaterra del siglo XIX, pero si uno la sigue con atención, entre líneas reconstruye todas las contradicciones del Imperio Británico', dijo Said. También habló del Robinson de Daniel Defoe, y de las marcas ideológicas que salpican la literatura escrita en los tiempos de las colonias. 'Incluso cuando éstas terminan, lo que las grandes naciones europeas dejan como herencia son países partidos arbitrariamente, heridas sangrantes: en India (con la creación de Pakistán), en Chipre, en Palestina, en África'.

La mirada crítica de Said no pasó inadvertida. 'Los estadounidenses han dividido el mundo en distintas zonas con la idea de hacer más eficaz la tarea de guardianes que ellos mismos se han arrogado'. 'Tachan a los países islámicos de terroristas y fanáticos, pero seguramente se trata del país más religioso del mundo, que además está convencido de que Dios verdaderamente los ama'. 'La CIA ha intervenido muy estrechamente en el mundo islámico, y siempre a favor de los islamistas. No está lejos el caso de Afganistán, pero fueron también los que impulsaron Hamás y quienes armaron a Irak en tiempos de su guerra con Irán...'. 'Están, en fin, liquidando todas las ideas para guarecerse más cómodamente bajo el paraguas de una única consigna, el patriotismo'.