Arafat convoca para el próximo 20 de enero las elecciones en Palestina
El Gobierno palestino dimite para evitar una moción de censura
El Gobierno palestino dimitió ayer para evitar una moción de censura del Parlamento, que hubiera supuesto una bofetada política para el propio Yasir Arafat y hubiera debilitado aún más su imagen. El presidente, que horas antes había intentado ganarse la confianza de los parlamentarios convocando las elecciones legislativas y presidenciales para el próximo 20 de enero, dispone ahora de un plazo de dos semanas para formar un nuevo Gabinete.
La dimisión del Gabinete fue pactada entre el propio Arafat y los miembros de su Gobierno, después de que el presidente constatara, tras tres días de debates, que carecía de fuerza suficiente en el Parlamento para conseguir el voto de investidura del nuevo Gobierno. La mayoría de los diputados, incluidos la gran parte de los representantes del partido gubernamental, Al Fatah, habían manifestado sus críticas con respecto al Gabinete propuesto y habían anunciado ya un voto en contra. En su lugar, reclamaban como alternativa un cambio radical en el Gobierno y la constitución de un equipo de unidad nacional, en el que se encuentren representadas todas las fuerzas políticas, incluidas los islamistas de Hamás.
El Gabinete dimisionario, el cuarto desde que se instauró la Autoridad Nacional Palestina, había sido constituido a finales del pasado mes de mayo, como respuesta a las presiones de Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, que habían pedido a Arafat iniciar un proceso de reformas democráticas profundas, para poner fin a un largo periodo de corrupciones e incompetencias.
'Caras nuevas'
La práctica totalidad de los miembros del nuevo Gabinete pertenecían al Gobierno anterior, a los que se les habían añadido otras cinco caras nuevas, entre las que destacaba los nuevos responsables de las carteras de Interior y de Economía, cuya misión era frenar la Intifada, poner en orden las finanzas y sobre todo calmar las exigencias internacionales.
El anuncio de dimisión en bloque del Gobierno palestino fue acogido ayer por los parlamentarios, reunidos en Ramala, con firmes muestras de protesta, con las que acusaron a Arafat de 'maniobrar para evitar la censura'. En opinión de la mayoría de los diputados, la dimisión incrementa el caos y el desconcierto de una Administración que se encuentra bloqueada desde hace cerca de siete meses, desde que el Ejército de Israel iniciara una gran ofensiva militar sobre los territorios autónomos y bloqueara su vida política, colocando a la población bajo un toque de queda permanente.
'En esta situación y con el Ejército israelí dentro de casa, es prácticamente impensable que se puedan llevar a término las elecciones legislativas y presidenciales el 20 de enero', aseguraba ayer un diputado de Gaza, que como el resto de sus compañeros había participado en los debates por videoconferencia, ya que el Gobierno de Israel les había negado el permiso para viajar hasta Ramala a asistir a la sesión parlamentaria.
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