Juan Gabriel Valdés, embajador de Chile en Estados Unidos: “Los norteamericanos han preferido impulsar una presidencia fuerte”

El diplomático chileno Juan Gabriel Valdés (77 años, Santiago) fue embajador de Chile en Estados Unidos durante el segundo Gobierno de la socialista Michelle Bachelet cuando el demócrata Barack Obama habitaba la Casa Blanca y, durante un año y medio, cuando el republicano Donald Trump hizo lo propio. Ahora, nuevamente en el cargo de embajador en la potencia mundial asignado por el presidente Gabriel Boric, volverá a presenciar un cambio de mando y color político en el liderazgo de Estados Unidos, tras la victoria este miércoles de Trump, que tendrá un impacto en la política interior y exterior.

Pregunta. Antes de las elecciones, usted hablaba de que eran unos comicios que definirían una suerte de identidad de la democracia. Conocido el triunfo de Trump, ¿cómo interpreta la identidad democrática que eligió EE UU?

Respuesta. Aquí es un fenómeno en el cual los norteamericanos han preferido impulsar una presidencia fuerte. Han dotado esa presidencia de una mayoría en el Senado y [probablemente] en la Cámara de Representantes. Han votado por una opción que plantea un cambio que se resume en la frase que el presidente Trump utiliza a menudo: recuperemos Estados Unidos para los norteamericanos, hagamos un gran país de nuevo. Es un cambio destinado a afectar de manera muy profunda la forma de las instituciones y del poder. En el marco exterior también va a tener repercusiones. Pero me parece muy confortante lo que señala respecto de su voluntad a poner fin a las guerras. El presidente [Trump] ha puesto este cambio en un marco en el que demanda una suerte de reconciliación y poner fin a las peleas que han plagado la política desde hace ya varios años.

P. Parte de esa polarización de los últimos años también ha sido protagonizada por él.

R. Sí, hay muchos analistas que lo ven así.

P. ¿Usted lo comparte?

R. Es evidente que hay una polarización del lenguaje y por eso me ha llamado poderosamente la atención su discurso de anoche; hay un cambio en el lenguaje. Y como la política es como es, efectivamente, me parece que abre un espacio para pensar que el Gobierno que acaba de ganar abre la esperanza de que sea un proceso consensuado, donde no se avance de manera brusca. Pero no me corresponde hacer juicios de esa naturaleza en detalle porque lo que tengo que hacer es representar el Estado de Chile y ver cómo se desarrollan las relaciones entre nuestros dos países.

P. ¿Qué lecciones puede sacar la izquierda local ante el triunfo de Trump?

R. Los partidos políticos de todas los colores tienen que mirar este proceso y ver qué significa desde el punto de vista de sus propias visiones ideológicas. Nosotros no podemos tener una política exterior ideológica, al igual como se expresó frente a otros casos en la región donde se eligieron gobiernos de signos distintos del nuestro. Tenemos que mantener una política de Estado de amistad y asociación hacia los países tienen renovaciones democráticas y eso impera también para Estados Unidos.

P. El analista político Cristian Valdivieso planteaba que la victoria de Trump podría tener un impacto en una candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General de la ONU. ¿Lo ve así?

R. No voy a comentar sobre la situación de la presidenta Bachelet, pero sí puedo decir que es evidente que el presidente Trump ha seguido un camino de salida de organismos multilaterales, ha mostrado desconfianza. Esto comenzó con el presidente demócrata Jimmy Carter (1977-1981), que se salió de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El presidente demócrata Bill Clinton (1993-2001) se salió de varias organizaciones internacionales y durante la presidencia de Barack Obama se hicieron críticas al funcionamiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El presidente Trump completó eso saliéndose del Acuerdo de París. O sea, hay una tendencia a una suerte de recogimiento y hacia resolver los problemas de los norteamericanos, que implica, sin duda, ciertos grados de proteccionismo y distanciamiento de los organismos internacionales. Pero eso no es particular de los republicanos, también se puede extender a los demócratas.

P. Trump ha tenido una retórica anti-migración y este año vimos cómo el “turismo delictual” salpicó a delincuentes chilenos en EE UU. Elon Musk, cercano a Trump en esta campaña, dijo que había que tomar medidas. En ese contexto, ¿no está en riesgo la Visa Waiver?

R. Tengo la impresión de que no. Efectivamente hay una política anti-migratoria ilegal de parte del presidente Trump y también del presidente Joe Biden. Pero no hay que confundir una política contra la inmigración ilegal con un acuerdo entre dos países para facilitar el turismo y los viajes de exploración económica. Aquí hay un proceso de trabajo entre EE UU y Chile que ha sido extraordinariamente exitoso hasta ahora y que ha permitido a Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) trabajar con el FBI para intercambiar información sobre los viajeros. En esta materia uno puede ser bastante categórico: no ha habido nunca en la historia de la relación entre los dos países más entrega de información sobre viajeros de parte de Chile a Estados Unidos. EE UU está haciendo un gesto de aprecio hacia Chile, pero también está consiguiendo que un país de América Latina le dé más información sobre sus viajeros que los demás. Le conviene a los dos países. No veo las razones racionales para cambiarlo, puede haber otras razones políticas que no voy a discutir porque no se nos han planteado nunca.

P. ¿Los delincuentes chilenos que se han identificado ingresaron ilegalmente o con la Visa Waiver?

R. Desde que el ministerio de Interior firmó en junio del año pasado un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos para intercambiar información, la reducción de los ladrones ha sido mucha. Además, como nos entregan los nombres de los detenidos, hemos descubierto que varios de ellos entran por Canadá o por México. No tiene nada que ver con el Visa Waiver. Ahora, que ha habido uso del Visa Waiver antes de eso y después es verdad, pero cada vez más reducida.