Estados Unidos eleva las exigencias en el programa de exención de visas para Chile

Chile es, desde 2014, el único país de América Latina cuyos ciudadanos no necesitan visado para viajar como turistas a Estados Unidos. Pero el privilegio del país sudamericano de pertenecer al programa conocido como Visa Waiver ha entrado en la arena política estadounidense en las últimas semanas, después de que el republicano Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representante y tercera autoridad de la potencia, acusara que algunos chilenos beneficiados por el visado han cometido “sofisticados” delitos y ninguno de ellos se ha presentado en tribunales para enfrentar los posibles cargos. McCarthy ha atado la aprobación de los presupuestos para financiar el programa a que Chile entregue los antecedentes penales de los solicitantes del visado, como lo hacen otros países.

Un comité de la Cámara Baja de EE UU aprobó este miércoles un proyecto de ley para financiar el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), pero dejó fuera los fondos para el programa de exención de visados de Chile mientras no se intensifique la integración de sistemas policiales e información penal de los viajeros. En paralelo, un equipo técnico chileno de alto nivel, con representantes de la Cancillería, el Ministerio del Interior, las policías y el Registro Civil están negociando en Washington con el DHS para actualizar los requisitos para pertenecer al programa, que varían para cada uno de los 40 países miembro, en su mayoría europeos. Este viernes es la última reunión y se asoma un acuerdo, según fuentes involucradas en las conversaciones.

“Esperamos que los consensos conduzcan a un resultado que satisface plenamente a ambas partes. El Comité de la Cámara [de Representantes] ha condicionado el financiamiento del programa al cumplimiento de las conversaciones. Está en su derecho y el acuerdo le da respuesta”, sostuvo esta mañana en Twitter el embajador chileno en EE UU, Juan Gabriel Valdés.

En 2022 Chile fue el país con más deportados entre los que están en el programa de Visa Waiver, con 553, un alza del 119,4% respecto al año anterior, según cifras del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE UU. Le siguió muy por debajo España, con 165, e Italia y Reino Unido con 102, respectivamente.

La polémica comenzó a mediados de mayo, cuando el fiscal del distrito de Orange County (California), Todd Spitzer, acusó que su territorio enfrenta una ola de criminalidad “sin precedentes” y que en las últimas dos semanas se identificaron a tres asaltantes originarios de Chile, quienes fueron acusados de participar de robo de casas. El consulado de Chile en Los Ángeles intentó contactarse con la fiscalía distrital para abordar la problemática, pero no tuvo respuesta. El 11 de junio, la comisaria chilena Eliana Ramos, Agregada Policial, se reunió en California con la Oficina del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles y un representante del FBI.

El embajador Valdés le envió dos semanas después una carta al fiscal Spitzer mostrándole su “preocupación” y “consternación” por la participación de chilenos en actividades criminales en su condado y remarcando que las autoridades llevan dos años trabajando con el DHS. “Estamos finalizando un texto del nuevo acuerdo que mejorará la automatización e inmediatez para compartir información policial”, sostuvo el embajador, quien agregó que esperaba que el acuerdo se firme esta semana. En una entrevista a EL PAIS, el canciller Alberto Van Klaveren dijo aseguró que Chile ha “colaborado activamente” con las autoridades estadounidenses para mejorar los procedimientos entre las policías de ambos países y así “evitar que algunos pocos delincuentes se aprovechen de este beneficio”.

La misiva no calmó las aguas. Dos días después, el republicano McCarthy viajó hasta Orange County, de tres millones de habitantes, donde advirtió en un punto de prensa que no aprobarían la partida para el programa de exención de visa de Chile hasta que no se resuelva el problema de seguridad. El movimiento del presidente de la Cámara de Representantes provocó que el tema escalara hasta Washington. Hasta ahora, cada vez que las autoridades estadounidenses solicitan información penal de algún viajero, las policías chilenas se las entregan. Lo que exigen los republicanos es que les informen los antecedentes penales antes de que los viajeros pisen territorio estadounidense. Las exigencias varían para los países beneficiados y son dinámicas; se van actualizando.

“Los 40 países que forman parte del programa Visa Waiver son naciones cercanas, amigas. El único de América Latina es Chile. Lo normal es poder ver los antecedentes criminales, pero Chile es diferente a los demás. No nos dejan ver eso”, apuntó McCarthy, acompañado de representantes republicanos en California, un feudo demócrata. El punto de prensa ocurrió el mismo día que el conservador gobernador de Texas, Greg Abbott, envió migrantes a Los Ángeles para criticar la política de inmigración del presidente demócrata Joe Biden. La misma táctica que ha empleado el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aspirante republicano a la presidencia.

Desde la Cancillería chilena aseguran que las “buenas relaciones con Estados Unidos se mantienen, como siempre”. “Sin embargo”, añaden, “nos preocupa que este tema se esté politizando en el contexto de un clima electoral, porque se trata de un componente importante de nuestra relación bilateral con otro Estado, por el que Chile ha estado trabajando para dar cumplimiento, y eso nos ha permitido permanecer en el programa”.

En 2022, unos 350.000 chilenos viajaron a EE UU con el visado de turista, que dura 90 días, y que se obtiene tras completar un formulario en el Sistema Electrónico de Autorización de Viajes (ESTA, por su sigla en inglés), en el que preguntan sobre antecedentes penales. La cifra de viajeros es muy similar a la del primer año completo una vez vigente el beneficio.