Marruecos afirma que la intervención militar española equivale a una declaración de guerra
El ministro de Exteriores marroquí acepta no volver a ocupar la isla si España retira sus tropas
Marruecos exigió ayer con firmeza la retirada de España de la isla Perejil hasta tensar los tambores de guerra. Pero sin cerrar la puerta a una salida negociada y pacífica. Mientras la última declaración oficial del Gobierno de Rabat afirmaba que 'la ocupación española del islote (...) equivale a una declaración de guerra' y se exigía a España 'una retirada inmediata y sin condiciones' de sus soldados, el ministro de Exteriores, Mohamed Benaissa, precisaba que 'si España se marcha con sus tropas y símbolos', Marruecos cumplirá con el acuerdo 'alcanzado la noche del martes con la mediación de EE UU'.
Para salvar el statu quo anterior, el país magrebí acepta no volver a entrar en un territorio que sigue considerando como propio hasta que se decida mediante el diálogo político sobre quién tiene mejor derecho de posesión.
'Cuando los buenos oficios y las mediaciones estaban ya en marcha (...) Marruecos se ha visto sorprendido al alba por la invasión de fuerzas de ocupación en este islote marroquí (...) cuya soberanía no había sido contestada ni antes ni después del protectorado español', comenzaba el comunicado oficial leído ayer por Benaissa en Rabat. 'La ocupación española constituye una flagrante violación del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación hispano-marroquí de 1991, y una denegación de la legalidad internacional; constituye un acto rechazable y equivale a una declaración de guerra'.
La expectación ante una eventual ruptura de relaciones, con un alto riesgo de enfrentamientos entre España y Marruecos, seguía creciendo a medida que el ministro avanzaba en la lectura del texto. 'El Gobierno de su majestad el rey exige a España su salida inmediata y sin condiciones del islote y la anulación de todas las medidas emprendidas, para probar su voluntad sincera de establecer un diálogo franco y constructivo'. Más aún, Marruecos lanza también un llamamiento a la comunidad internacional 'para que ejerza presión sobre el Gobierno del señor Aznar'. 'Marruecos -rey, Gobierno y pueblo- permanece movilizado y vigilante para la defensa e integridad de su territorio'.
Sólo al final del comunicado se dejaba patente que Rabat 'sigue comprometido con la legalidad internacional (...) y afirma que el diálogo es la vía idónea para solucionar las diferencias'. Esto tuvo que explicarlo más tarde el secretario de Estado de Exteriores Taib Fassi Fihri, ante la contradicción que ofrecía la dureza del tono en general de la respuesta oficial marroquí y la política de mano tendida apuntada por Benaissa.
Mediación de EE UU
El deal, el acuerdo o entendimiento supuestamente alcanzado con la mediación de Estados Unidos por el ministro marroquí con la jefa de la diplomacia española, Ana Palacio, consistía en que Marruecos retiraba a sus tropas si España renunciaba a ocupar la isla Perejil (o Leila). 'Este acuerdo se cerró en una conversación telefónica a las 3.40 horas, y poco después se producía la intervención militar española con una verdadera armada'. Ahora, según Rabat, España parece haberle dado al vuelta al deal, de manera que es quien exige a Marruecos que no volverá a ocupar el territorio en disputa (mantener el statu quo anterior) ante de retirar sus fuerzas del peñasco.
Antes de esta declaración, el monarca alauí había reunido con urgencia en Rabat, a primera hora de la tarde, a su Consejo de Ministros. Las comisiones de Exteriores y Defensa de la Cámara baja del Parlamento fueron también convocadas, y el portavoz del Palacio Real, Hassan Aurid, difundía una declaración a través de la agencia MAP y la primera cadena de la televisión estatal. El portavoz del rey insistía en que 'España estaba poniendo en peligro la paz en el Mediterráneo' y que 'el diálogo debe ser la única vía de solución de las diferencias'.
En medio de todo esto, Benaissa, en una entrevista concedida a CNN+, descalificaba la acción militar española y reiteraba que la noche previa ambos Gobiernos habían pactado el abandono de la isla bajo la mediación de EE UU.
'Lo lamentamos mucho', explicó Benaissa cuando se le preguntó por su valoración de los hechos. 'Después de haber llegado a un acuerdo con la mediación de los EE UU anoche, todo estaba perfecto a falta de resolverlo esta mañana'.
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