De la amnistía al matrimonio

Ayer hizo 25 años que se celebró en Barcelona la primera manifestación del Orgullo Homosexual. Los cuatro mil manifestantes, muchos de ellos de partidos de la izquierda extraparlamentaria, no se imaginaban que inauguraban una tradición de reivindicaciones que reunió el año pasado a casi 200.000 personas en Madrid. La marcha fue convocada por el Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), una organización clandestina en 1977.

La manifestación acabó a golpes con los antidisturbios. 'Las sillas volaban a la puerta del Liceu', recuerda el veterano luchador por los derechos de gays y lesbianas Jordi Petit, que entonces tenía 21 años. La crónica de EL PAÍS de aquella fecha reseña que hubo 'por lo menos' tres heridos, 'que fueron retirados en automóviles particulares'.

'No recuerdo si hubo heridos o detenidos, pero no me extrañaría', recuerda Petit. 'Si los hubo, yo no me enteré. Era la época del miedo y vivíamos en la clandestinidad. Costaba pasar información. Todos teníamos nombres de guerra, apodos para evitar las redadas. A mí, como era muy bajito, me pusieron Petit, pequeño en catalán. Muy pocos saben que mi apellido es Lozano', cuenta Jordi.

El objetivo principal de la marcha era pedir la derogación de la ley de Peligrosidad Social. 'Por eso, uno de los gritos que más se oyó fue el de Somos cachondos y no peligrosos', recuerda Petit. Otros lemas del día fueron Soy homosexual, soy hermoso y Mujer, es a ti a quien queremos y por ti por quien luchamos, que gritaban las lesbianas.

Como en la revuelta de Stonewall en Nueva York el 28 de junio de 1969, que dio fecha a la celebración del Orgullo Gay, los travestidos fueron la avanzadilla de la manifestación y de la pelea posterior. 'Acapararon los medios de comunicación, y ello llevó a plantear que en las siguientes manifestaciones la cabecera debería estar formada por todo tipo de gente', relata Petit.

El otro gran lema de la marcha fue el de Amnistía total. Los gays y las lesbianas no se habían beneficiado de la amnistía ni del indulto de los primeros Gobiernos de Adolfo Suárez tras la muerte de Franco. 'Los presos políticos y los terroristas sin delitos de sangre salieron de la cárcel; pero los homosexuales, no', añade el militante gay.

Como ejemplo de la represión, Petit señala que 'sólo entre 1974 y 1975, 150 gays y dos lesbianas fueron procesados en Madrid por peligrosidad social'. 'El Partido Comunista se legalizó en 1977. Pero la ley de peligrosidad social no se cambió hasta 1979. En julio de 1980, casi cinco años después de la muerte de Franco, se aprobaron las primeras asociaciones de gays y lesbianas. Hoy luchamos por el matrimonio, y no parece un objetivo demasiado lejano. Eso era un sueño para los que empezamos hace 25 años', afirma Petit.