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240 trabajadores se encierran para evitar la desaparición de su empresa

Sanmina-SCI, en Leganés, fabrica componentes de telefonía móvil

Los 240 trabajadores de la empresa Sanmina- SCI, que tiene su sede en el polígono industrial de Leganés, iniciaron ayer un encierro indefinido para protestar contra los despidos que se producirán a causa del cierre de la compañía. La plantilla, cuya media de edad es de 50 años, reclama una reunión urgente con la patronal porque no entiende su decisión de clausurar esta fábrica de componentes electrónicos.

'Nos han dicho que cierran y que nos despiden', aseguró ayer Javier Fernández, delegado del sindicato Comisiones Obreras y miembro del comité de empresa. Los trabajadores, afirmó el representante sindical, recibieron la noticia del cierre hace dos meses.

Un comunicado del sindicato UGT explicaba ayer que la decisión de la compañía afectará directamente a las localidades de Leganés, Getafe y Móstoles, de donde son la mayoría de los trabajadores. Los representantes de la plantilla, cuya media de edad supera los 50 años y que recibe un promedio de 841 euros de sueldo mensual, exigen el desbloqueo de las negociaciones 'y una vías reales de solución'.

Los trabajadores no sólo reclaman la atención de Sanmina-SCI, sino la de la multinacional sueca Ericsson, a la que antes pertenecían y a la que acusan de 'desentenderse' de su situación. Por esa razón, el encierro se realiza en la sede que esta empresa tiene en el polígono industrial de Leganés y que se encuentra en el mismo edificio que la de Sanmina-SCI.

Ericsson decidió en 1998 desprenderse de una parte de su producción y se la vendió a SCI-Systems con el compromiso de que asumiera la situación laboral de 220 empleados. Al mismo tiempo, la multinacional se comprometió a otorgar durante los dos primeros años los volúmenes de producción necesarios para sostener la plantilla.

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SCI-Systems fue adquirida posteriormente por su rival Sanmina, un fabricante estadounidense de componentes electrónicos, operación que generó una de las mayores compañías del sector tecnológico en el mundo. El pasado año, esta misma empresa compró la fábrica que la multinacional francesa Alcatel posee en Toledo.

Los problemas a los que ahora se enfrentan, aseguran los trabajadores, 'parten de la venta de la planta de Ericsson'. 'Nosotros éramos trabajadores de Ericsson, y esta empresa no ha cumplido los acuerdos a los que se comprometió cuando le vendió su producción a SCI', asegura Fernández.

Desde la multinacional Ericsson, un portavoz rechazó las acusaciones de los trabajadores y aseguró que ésta 'sí ha cumplido los acuerdos'. 'Éste no es un conflicto de Ericsson, sino de Sanmina. Los trabajadores que se encuentran encerrados en nuestras instalaciones ya no pertenecen a la compañía y cuando terminaron su relación laboral se les indemnizó con 66 millones de euros. Nosotros no incumplimos, sino Sanmina', afirmó el portavoz.

Los trabajadores aseguraron ayer que continuarán encerrados de forma indefinida hasta que se desbloqueen las negociaciones. Este periódico intentó, sin éxito, recabar la versión de Sanmina-SCI.

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