150 arqueólogos recalcan que ruinas y biblioteca son incompatibles
'Los restos arqueológicos del Born y la biblioteca provincial no son compatibles'. Ayer, los más de 150 arqueólogos reunidos en el II Congreso de Arqueología Medieval y Moderna de Cataluña hicieron público un comunicado en el que expresan su postura sobre la polémica desatada a raíz del hallazgo de los restos de la Barcelona que ordenó arrasar Felipe V en 1714. Compatibilizar ambos equipamientos en un solo edificio daría como resultado, en opinión del presidente de la Asociación Catalana para la Investigación Arqueológica (ACRAM), Josep Maria Vila, un museo y una biblioteca provincial 'mediocres'.
'Nadie con dos dedos de frente se atrevería a decir que ponerlos en un mismo edificio no acabaría perjudicando a ambos equipamientos', subrayó Vila. Además, continuó el presidente de la ACRAM, la biblioteca puede hacerse 'en otro lado, no es imperativo que se haga en el Born'. Otra cosa sería que estos restos 'perjudicaran el crecimiento o desarrollo urbanístico de la ciudad'.
Los arqueólogos esperan que 'los políticos se den cuenta de que resulta imposible combinar ambas cosas', porque resultaría muy difícil hacer cualquier trabajo arquitectónico 'sin tocar el subsuelo'.
Los arqueólogos no son parcos cuando se trata de valorar la importancia de los restos: 'No existe ninguna otra ciudad en Europa que pueda mostrar con esta extensión, 8.000 metros cuadrados, y calidad la vida de sus ciudadanos', subrayan. Por ello, en su opinión, 'Barcelona no puede permitirse el lujo de perder una oportunidad como ésta', y exigen la conservación del 100% de los restos. '¿Quién se atreve a decidir qué puede y qué no puede borrarse? Nadie tiene derecho a hacerlo', puntualizó Vila.
Los arqueólogos no se limitaron a dar su opinión sobre qué hacer con los restos arqueológicos. Denunciaron 'la absoluta falta de previsión de las administraciones' al decidir seguir con el proyecto de la biblioteca pese a 'conocer los resultados de intervenciones arqueológicas anteriores, que hacían previsible el conflicto actual'.
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