Aumentan las peticiones para que se conserven los restos arqueológicos del Born
Carreras dice que la biblioteca no saldrá del barrio de la Ribera
Rafael Casanova, el duque de Berwick, los 40.000 castellanos y franceses del ejército de Felipe V, los arrojados miembros de la milicia urbana barcelonesa -la coronela-, los vecinos que vieron empotrarse las bombas en sus casas... Todos los fantasmas de 1714 conjurados por los asombrosos restos salidos a la luz en el viejo Mercat del Born pueden empezar a respirar tranquilos. Crecen las voces en defensa de la conservación integral in situ de las importantes y emotivas estructuras de la ciudad conquistada en 1714. Se ha sumado a estas voces la de la concejal del distrito de Ciutat Vella, Cati Carreras. A su juicio, los restos del Born son irrenunciables y no pueden ser trasladados ni eliminados.
A principios de esta semana, la comisión de Patrimonio Histórico de la Asociación de Vecinos del Casc Antic exigió en un comunicado público la conservación de estos restos arqueológicos y denunció la creciente destrucción de edificios históricos que se ha producido en la ciudad en los últimos años 'por parte de empresas vinculadas al Ayuntamiento de Barcelona'. La Asociación Catalana para la Investigación en Arqueología Medieval también publicó, en un editorial de su último boletín, una llamada urgente para la conservación de los restos. En el mismo señala: 'No es aceptable que haya que destruir uno de los mejores conjuntos arqueológicos que se han excavado en los últimos años en Barcelona para hacer cultura'. Y añaden: 'Hay que sumar tantas voces como sea posible para hacer notar al Ayuntamiento y a la Generalitat que pueden cometer un error histórico irreparable'.
La concejal de Ciutat Vella expresó ayer a este diario su 'absoluto reconocimiento' de la importancia y trascendencia de lo que se ha encontrado en las excavaciones del Born, en donde se construirá la Biblioteca Provincial de Barcelona en un proyecto que prevé la edificación de una planta sótano para situar los depósitos que obliga a arrasar este yacimiento. 'Es una realidad que estamos estudiando cómo compaginar con la biblioteca, pero desde la perspectiva de que es algo muy positivo y bueno para el barrio y la ciudad. A un edificio emblemático del siglo XIX podemos añadir ahora otro valor enorme, que son los restos maravillosos del siglo XVIII, sus calles, sus casas, su vida. Desde el distrito y el Ayuntamiento defendemos la preservación de los restos y estudiaremos la manera de hacerlos compatibles con el proyecto de la Biblioteca Provincial'.
A la pregunta de si ello no fuera posible, la concejal contestó: 'Ésa es la pregunta del millón. Hay un orden de prioridad, los restos están donde están y no es posible trasladarlos'. Sobre la posibilidad de ubicar los depósitos de la biblioteca en otro lugar, Carreras admitió que podría hacerse en un 'emplazamiento de proximidad', pero insistió en 'seguir el calendario y no adelantar etapas'. Carreras señaló que el momento para lograr un acuerdo sobre el Born es idóneo pues hay concordia entre las administraciones implicadas.
Carreras agregó que la biblioteca provincial, no obstante, 'tiene que estar en el barrio de la Ribera. No estoy en disposición de decir cuál es el lugar alternativo, pero hay otros edificios próximos, de volumen e importancia similares al Mercat del Born'. Insistió en que para el distrito el impulso cultural del barrio de la Ribera es prioritario. En medios arqueológicos se ha señalado la contradicción entre la importancia que se ha reconocido a estos restos del Born y la total destrucción a que se condenó a otros similares, si no idénticos, descubiertos y excavados al construirse el aparcamiento vecino en 1991. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Hay quien opina que las proximidades de 1992 y los Juegos Olímpicos significaron una cierta patente de corso para arrasar restos arqueológicos como los del Born. 'La sensibilidad arqueológica ahora es diferente', considera Carreras.
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