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MERCÈ 2001

La lluvia obliga a suspender el 'correfoc', la cabalgata menorquina y otras actividades

El público agotó a primera hora las 400 bicicletas que ofrecía el Ayuntamiento

La lluvia aguó ayer las fiestas de la Mercè. Por la mañana miles de personas disfrutaban con las evoluciones de los cometas en la playa del Bogatell, pero a las 13.30 el cielo se cubrió de nubes y empezó a caer un fuerte chubasco. Algunas actividades fueron canceladas debido a la lluvia y a las previsiones meteorológicas, que auguraban intensas precipitaciones. También hubo que suspender el correfoc que tenía que iluminar el centro de Barcelona. A las nueve de la noche, unas 30 colles, con 30 diablos cada una, se dispersaron tras un conato de exhibición en la plaza de Sant Jaume.

Las fuertes lluvias obligaron a suspender también la cabalgata de los caballos de Menorca. Una treintena de collas, que en total agrupan a 900 diablos, tuvieron que contentarse con actuar en la plaza de Sant Jaume en una especie de exhibición casi estática. Fue una fiesta menor sólo en apariencia, porque la gente se entregó de tal forma que prefirió mojarse a perderse la actuación.

La Fiesta en el Cielo, una reunión internacional de cometas, fue la primera cita del segundo día de las fiestas de la Mercè, tras la concurrida apertura a cargo de Manu Chau el viernes por la noche en la plaza de Catalunya. Ayer por la mañana, miles de personas se congregaron en la playa de Bogatell para observar el cielo barcelonés contra el que se elevaban cometas de variados tamaños y colores.

En el centro de la ciudad, el Paseo de las Personas, en el paseo de Gràcia, se llenó desde el primer momento con gente que aprovechaba que había sido suprimido el tráfico rodado. Por la calle recuperada para las personas, por un día vencedoras sobre las máquinas, las familias se acercaban para recorrer una exposición que evoca lo que será el Fòrum 2004.

La exposición se divide en cuatro tramos. El primero, Barcelona sostenible, alberga una muestra de las energías renovables -solar y eólica- y una exposición de coches eléctricos, entre otros artilugios. Once vehículos biplaza que funcionan con energía eléctrica estaban ayer a disposición de muchos curiosos que podían preguntar y hasta conducirlos durante un rato. La exposición dura hasta mañana, pero los coches sólo estaban expuestos ayer.

Otros ciudadanos aprovecharon la mañana para dar una vuelta por la ciudad en alguna de las 400 bicicletas que cada año prestan dos cooperativas y el Ayuntamiento de Barcelona para incentivar en la población el uso de transportes alternativos. La cantidad de bicis disponibles se mostró claramente insuficiente: a las 11.30 horas ya no había ninguna y los ciudadanos tenían que hacer cola durante largo rato.

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El resto de los tramos se centraban en la diversidad cultural. Una decena de ONG, ubicadas en el tramo denominado Solidaridad, realizaron juegos que pretendían concienciar a la población sobre los asuntos relacionados con la inmigración. La asociación Cooperación habilitó una carpa donde se explica la inmigración a través de la historia personal de un matrimonio marroquí. Cuenta su experiencia a través de fotografías (desde su viaje en patera hasta su integración actual). SOS Racisme organizó un juego donde los niños se ataban los tobillos y todos juntos -sin distinción de origen o aspecto- realizaban un simulacro del cruce del estrecho de Gibraltar. Sólo podían alcanzar el objetivo si caminaban juntos.

Por la tarde se paralizaron todas las actividades. La lluvia impuso su ley, contraria a la voluntad de fiesta. La gente aguantó hasta el final, que consistió en el anuncio de que todo había acabado. Hoy será otro día.

Los barceloneses  esperaron el inicio del correfoc bajo la lluvia,  en la plaza de Sant Jaume .
Los barceloneses esperaron el inicio del correfoc bajo la lluvia, en la plaza de Sant Jaume .MANOLO S. URBANO
El circuito de bicicletas del paseo de Gràcia no se vio perjudicado por las lluvias.
El circuito de bicicletas del paseo de Gràcia no se vio perjudicado por las lluvias.CARMEN SECANELLA

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