El curso sobre la transición de la UNIA evoca los cambios tras la muerte de Franco
El trienio que va desde comienzos de 1975, año en el que muere el dictador Francisco Franco, hasta diciembre de 1977, mes en el que los andaluces se echaron a la calle para reivindicar por vez primera un estatuto de autonomía, fue ayer objeto de análisis en la segunda jornada del seminario sobre la transición democrática en Andalucía, que se desarrolla hasta el viernes en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, sede la Universidad Internacional de Andalucía.
'A principios de 1975 estábamos ya ante el hecho sucesorio, el eufemismo que el régimen empleaba para referirse a la muerte de Franco, porque en aquella época, gracias a Dios, todavía no se hablaba de clonación', recordaba ayer el abogado y escritor Carmelo Casaño, asistente a la ponencia que bajo el título La agonía desarrolló el periodista Antonio Ramos Espejo. Casaño evocó cómo tras la muerte de Franco Andalucía comenzó a desperezarse del letargo que padeció casi 40 años. 'Aunque no había encuestas para pulsar las inquietudes de la gente, las ansias de libertad del pueblo andaluz se notaban en la gran aceptación que tuvieron medios como la revista Cambio 16 o el periódico El PAIS', explicó Casaño sobre la aparición de la prensa libre, tema que luego desarrollaría más profusamente en su ponencia el periodista Antonio Checa Godoy, director de Andalucía Económica.
Curia progresista
Ramos Espejo destacó el apoyo que recibió la oposición democrática del sector más progresista de la Iglesia católica, rememorando el episodio que protagonizó el arzobispo de Granada, monseñor Benavent Escuín, 'al permitir que 35 trabajadores y tres curas rojos se encerraran en dependencias de la Iglesia'.
Ramos Espejo apuntó que estos movimientos fueron el germen del que posteriormente salieron partidos 'genuinamente andaluces' como el PSA de Alejandro Rojas-Marcos o el SOC, del que el escritor Antonio Zoido, uno de sus fundadores, recordó sus primeros pasos. 'Éramos los rojos de los rojos', dijo Zoido, quien bromeó con las condenas a las que fue sometido por el régimen: 'Te metían en la cárcel y tu abogado no agilizaba los trámites para ver si se moría Franco o si tenías suerte y se moría un Papa y el régimen daba uno de sus indultos'.
El repaso a estos incipientes años de la transición lo zanjó el periodista Juan de Dios Mellado con su ponencia La Libertad. En ella, Mellado partió del 4 de diciembre de 1977, 'una fecha que marcó a todo el pueblo andaluz', cuando cerca de un millón de andaluces tomaron la calle para reivindicar la autonomía de la región, algo que, según el director del curso, 'trazó un camino sin retorno que desembocaría un año más tarde en el Pacto de Antequera y, posteriormente, con el referéndum de autonomía de 1980'.
