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Reportaje:

La frustrante búsqueda de los desaparecidos

La investigación de los 3.000 casos de personas que faltan de su hogar tropieza con la falta de datos unificados

¿Por qué no se unifican los bancos de datos para una mejor investigación? Ésta es la pregunta que se plantean insistentemente los familiares de personas desaparecidas en España. Ante la falta de un registro central y público de ausentes, al que se refiere el artículo 198 del Código Civil, no existen datos sobre el número total de desaparecidos en España, aunque, según estimaciones de Inter-sos, la primera Asociación de Familiares de Desaparecidos creada en España, los distintos cuerpos policiales acumulan unos 3.000 casos sin esclarecer.

El Cuerpo Nacional de Policía recibió durante el año pasado 13.966 reclamaciones, de las cuales 2.035 quedaron pendientes. Ante la Guardia Civil se presentaron 2.771 denuncias, 615 de personas nacidas fuera de España. Sus agentes desconocen el número de casos todavía sin resolver. A estas cifras hay que sumar las denuncias ante las distintas policías autonómicas. Según el Ministerio del Interior, se esclarece el 90% de las desapariciones. Pero, ¿qué sucede con el restante 10%?

La toma de las muestras de ADN puede costar en torno a las 300.000 pesetas
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Para los familiares afectados, una denuncia por desaparición puede significar un vía crucis por cuarteles y comisarías. Cada cuerpo policial dispone de dos bancos de datos, uno para desaparecidos y otro para los fallecidos sin identificar. Tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil han creado un programa de identificación genética de personas, pero también por separado, lo que obliga a los familiares de los desaparecidos a proporcionar muestras de ADN a cada uno de los cuerpos policiales.

Así le sucedió a Juan Manuel Bergua. Su hija Cristina, con sólo 16 años, desapareció de Cornellà (Barcelona) una tarde de marzo de 1997 y, desde aquel día, el matrimonio Bergua realiza todo lo que está a su alcance para conocer su paradero. 'Primero me sacaron una muestra de ADN por orden del juez; luego proporcioné saliva para la Guardia Civil y, por último, otra muestra para la Policía Nacional', explica. Si todo sale como está previsto, Juan Bergua también será convocado por los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana, que pronto estrenará su programa Antemorten y posmorten. La toma de las muestras de ADN puede suponer un coste cercano a las 300.000 pesetas, comentan desde Inter-sos.

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'¿Cómo se explica que la Guardia Civil y la Policía Nacional, que dependen del mismo ministerio, tengan programas distintos y bancos de datos diferentes?', se pregunta Elena Aixela, asesora jurídica de la asociación, constituida en 1998.

Sólo en las comisarías de Barcelona se presentan alrededor de 140 denuncias al mes. 'En algunos casos, los familiares se olvidan de retirar la denuncia cuando el desaparecido regresa a casa', aseguran desde el Departamento de Personas Desaparecidas de la policía. 'Cada denuncia es comunicada a los otros cuerpos a través de la Sala de Coordinación Interpolicial en Cataluña, una oficina con representantes de los tres cuerpos que se encarga de intercambiar la información', añaden fuentes de este cuerpo. Un portavoz de los Mossos d'Esquadra confirma este extremo, pero precisa que 'la existencia de la denuncia es el único dato que se cruza, ya que la investigación se considera un asunto propio de cada cuerpo'.

Las denuncias por desaparición encuentran muchas veces su correlato en las cifras de cadáveres sin identificar. Según estimaciones de Inter-sos, en España hay alrededor de 1.200 cadáveres anónimos. El promedio de fallecidos que recibe la policía es de dos por día, pero la mayoría se identifica a través de la huella dactilar. Primero se compara con el registro de personas con antecedentes penales. Si el resultado es negativo, la identificación se entorpece. 'Si no hay un nombre sospechoso para buscarlo en el registro del DNI, la identificación se complica porque no se puede comparar con los 39 millones de ciudadanos', comentan desde el departamento de Personas Desaparecidas.

El comisario jefe de la Brigada Científica del Cuerpo Nacional de Policía en Cataluña, Jesús Mantecón, reconoce que cada cuerpo de seguridad 'trabaja los datos por separado; es difícil de entender, pero es así. Sin embargo, desde la policía hay interés en que se resuelvan todos los casos de desaparecidos; por eso pusimos en marcha el programa GENio, para la identificación genética de personas'. El proyecto cuenta con dos bancos de datos independientes: uno con el ADN de los familiares de desaparecidos y otro con el de cadáveres no identificados.

Por su parte, la Guardia Civil dispone desde hace dos años del programa denominado Fénix. 'En Estados Unidos el FBI es el único que tiene esta competencia y todo está centralizado, pero en España hay dos cuerpos policiales y con esta realidad debemos trabajar', se lamentan en la policía.

Los padres de Tamara Navas muestran fotos de su hija, desaparecida en Salou (Tarragona).
Los padres de Tamara Navas muestran fotos de su hija, desaparecida en Salou (Tarragona).JOSEP L. SELLART

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