El plan de recorte de Opel siembra el temor en la planta de Zaragoza
La incertidumbre y el temor se adueñaron ayer de los trabajadores de Opel en Figueruelas (Zaragoza). La posibilidad de que la fábrica se vea afectada -incluso con el cierre- por el plan de ajuste anunciado por Opel inquieta a la plantilla. El fabricante automovilístico, filial europea del estadounidense General Motors, aseguró el miércoles que recortará 'miles de empleos' dentro de su plan Olympia para hacer frente a las pérdidas y recuperar beneficios en 2003. Los empleados no querían pronunciarse sobre un futuro que todavía ven como incierto. La factoría de Figueruelas cuenta con 8.727 empleados.
Las voces sindicales se esfuerzan por alejar el fantasma del cierre. El portavoz de Opel en Figueruelas, Juan Manuel Garicano, intentaba transmitir un mensaje de tranquilidad, aunque reconocía que llegaban tiempos duros. 'También en Figueruelas tendremos que apretarnos el cinturón', afirmó.
El presidente del comité de empresa, Juan Carlos Sánchez, se mostraba convencido de que el ajuste llegará, pero que se realizará con jubilaciones o bajas anticipadas. 'Para evitar despidos traumáticos, intentaremos hacer lo necesario para situar de nuevo la empresa en beneficios. No creemos que sea necesario cerrar nada', manifestó.
Pese a señalar que Figueruelas es la planta más competitiva de Europa y que el Estado ha invertido 6.000 millones de pesetas para ayudar a fabricar el nuevo Corsa, los sindicatos son conscientes de que no las tienen todas consigo. La inversión total para producir el nuevo automóvil es de 80.000 millones, 74.000 de ellos procedentes de Opel. Los 6.000 públicos los aportarán al 50% el Gobierno central y el autonómico.
Jubilaciones anticipadas
Desde otros sindicatos se citaba como posibilidad las jubilaciones anticipadas. Paulino Martínez, de CC OO, era menos positivo y aseguraba que, si una empresa como Opel anuncia que tiene problemas 'y está en pérdidas y trae un nuevo presidente, que no tiene la misma política que tenía la empresa, y anuncia medidas, no es para tomarlas a la ligera'. Desde USO, Evaristo Martínez insistía en la producción del nuevo Opel Corsa como argumento para pensar en que el cierre es improbable.
En cualquier caso, el lunes habrá una reunión de todos los representantes sindicales en Zaragoza, el mismo día en que los sindicatos europeos debatan en Alemania cómo aplicar el plan de reestructuración. Las centrales españolas son conscientes de que son sus homólogos alemanes quienes llevan la batuta.
Frente a la cautela de los trabajadores, el Gobierno de Aragón se mostró ayer 'optimista' sobre el futuro de la fábrica. Su presidente, Marcelino Iglesias, no sólo cree improbable que la fábrica se cierre, sino que incluso piensa que puede salir 'fortalecida' de la reestructuración.
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