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Reportaje:FÚTBOL

Ayuda mental para los árbitros

La Escuela Nacional pone en marcha un área psicológica para enseñar a los colegiados a soportar la presión

Alberto Undiano Mallenco, el árbitro más joven de la Primera División, con 27 años, no se complica al buscar una comparación. 'Un partido de fútbol es como un melón. No sabes cómo va a salir hasta que lo abres. La presión que tenemos los árbitros es enorme. Te afecta a tu vida normal. Si no tienes el coco bien amueblado, te vienes abajo', dice el colegiado navarro. 'Por eso la preparación psicológica es fundamental. El que asciende es el más fuerte, el que sabe dominar el partido, el que no se hunde, el que se controla mentalmente cuando las cosas van mal', añade.

Los árbitros se preparan física y técnicamente. Son buenos atletas y se saben las normas al dedillo. 'En todo eso están muy bien. Corren mucho, corren mucho, pero... En un partido hay miles de situaciones que no se arreglan con el reglamento', dice el ex colegiado Joaquín Ramos Marco.

La Escuela Nacional de Árbitros, dirigida por José María García Aranda, intentará a partir de esta temporada llenar el vacío en la preparación psicológica. Para ello ha creado un área psicológica dentro de la Escuela, algo pionero en Europa, que dirigirá el ex asistente internacional Manuel López Fernández, de 49 años y psicológo en un instituto de Valencia.

La psicología en el deporte no es, sin embargo, flor de un día. Se celebran charlas y cursillos desde 1992 y López imparte desde hace cinco años un módulo de psicología del arbitraje en el máster de Psicología del Deporte en la Universidad Autónoma de Madrid, junto a Fernández Marín. Su cometido ahora es nuevo. 'Parece ser que mi trabajo principal va a estar en la Escuela Nacional, en la preparación para el arbitraje de élite, aunque eso no descarta actuaciones puntuales con árbitros de Primera. Vamos a estar en comunicación continua', dice López.

¿Tan importante es la preparación psicológica y la presión que ha de soportar un árbitro en Primera? 'La presión mediática llega a ser inhumana. Yo he tenido dos cámaras de televisión delante de mi trabajo con la orden de que me filmaran a toda costa', dice José Javier Losantos Omar cuando recuerda lo que hubo de soportar tras el último Madrid-Barça que pitó, el del gol anulado a Rivaldo en el último minuto.

La preparación física, pues, es insuficiente. 'Un partido tiene muchas situaciones imprevisibles y la cabeza es la que condiciona al cuerpo. Por eso hay que abstraerse de todo el ambiente alrededor [¿es posible con un campo con 100.000 espectadores y decenas de cámaras?] y concentrarse en el juego, evitar juicios de valor hasta que se acabe el encuentro y tener la valentía para asumir riesgos y decisiones difíciles', dice Manuel, que destaca sobre todo que el colegiado es un deportista: 'Un árbitro es una persona y un deportista. Lo primero que pido para los que empiezan es que se respete la integridad física, porque el miedo es comprensible. Los árbitros se preparan como un deportista cualquiera, tienen sus tardes buenas y malas, sus momentos de gloria y debilidad, y se equivocan porque son humanos. No son personas enfermas ni están locos'.

Manuel López predica con el ejemplo. 'En el descanso de un partido, un jugador se acerca al árbitro y le dice 'ya verás en la tele que es penalti'. El jugador puede decir o no la verdad, porque a veces su comportamiento no es ético, sino interesado, pero él quiere sacar ventaja. El árbitro, entonces, ha de abstraerse haciendo una terapia mental. Ha de decirse 'yo he de hacer mi partido y las decisiones son mías', dice Manuel.

Otro ejemplo, real. 'En un encuentro hace muy poco de la Liga de Campeones, en Valencia [se refiere a la vuelta de semifinales ante el Leeds], un jugador [Juan Sánchez] marcó un gol con la mano y el árbitro, extranjero [el suizo Urs Meier] le preguntó en inglés si había usado la mano, 'hand or not hand?', y el jugador dijo que no. A veces entran cuestiones deportivas y económicas fuera del arbitraje, pero el árbitro ha de aislarse de todo. Al que empieza hay que vacunarle, decirle: 'de lo mucho que te van a llamar tú has de pasar, y te vas a equivocar, seguro'. Lo principal es mantener la motivación para que no abandone. Son muchos los que dejan el arbitraje al poco tiempo de empezar'.

La labor de Manuel López como coordinador del área psicológica para los árbitros contará con la ayuda, entre otros recursos, de unos cuestionarios para los colegiados que éstos realizarán durante la Liga. El objetivo es conocer la opinión de los árbitros sobre las cosas que se han de mejorar, sus problemas, sus expectativas, y elaborar programas en función de ello. Algunos de estos cuestionarios ya están elaborados y otros se irán haciendo sobre la marcha, conforme López desarrolle su trabajo. Una tarea que él considera 'ilusionante', una lucha contra los nervios y la presión.

Manuel López, ayer, en la plaza del Ayuntamiento de L'Eliana, en Valencia.
Manuel López, ayer, en la plaza del Ayuntamiento de L'Eliana, en Valencia.JOSÉ JORDÁN

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