El presidente del Grupo Sol Meliá anuncia el fin del turismo masificado

El presidente del Grupo Sol Meliá, Gabriel Escarrer, pronosticó ayer en un seminario sobre naturaleza y turismo celebrado en Santo Domingo que el respeto al entorno será el factor de mayor importancia en el desarrollo de la hotelería vacacional. El empresario balear dijo que las 'cajas de zapatos' no tendrán cabida en la industria turística del futuro y que se debe apostar por el desarrollo 'horizontal' y no vertical en la construcción de hoteles. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, que abrió la jornada, patrocinada por Bancaixa y el Banco Popular Dominicano, anunció la elaboración de una etiqueta de calidad medioambiental para los establecimientos hoteleros que respeten el entorno, que funcionará como experiencia piloto en seis zonas turísticas españolas, entre ellas la Comunidad Valenciana.

Bancaixa reunió ayer en santo Domingo a representantes de los gobiernos español y dominicano para hablar de las últimas tendencias del turismo, así como a un grupo de empresarios españoles asentados en el Caribe desde hace medio siglo. Gabriel Escarrer, presidente de uno de los principales grupos hoteleros del mundo, insistió en que, hoy, el turista 'no es una oveja de rebaño', sino un cliente que huye de los espacios limitados, de la masificación y del ruido ambiental.

El empresario balear Gabriel Escarrer, dueño de una de las mayores cadenas hoteleras del mundo, auguró una nueva ola de fusiones durante los próximos cinco años entre las grandes cadenas hoteleras. 'Las cajas de zapatos ya no tendrán cabida en nuestra industria turística, y el desarrollo horizontal', añadió, 'se impondrá en hoteles que se integrarán en el entorno'.

Según el hotelero, el negocio turístico necesita también una mayor sofisticación de las comunicaciones, sea por vía aérea o marítima. 'Vamos hacia una mundialización irreversible en la que el turismo jugará un papel relevante', añadió.

Escarrer lanzó una llamada de atención a todos los gobernantes para que se preste especial cuidado a la construcción de infraestructuras turísticas y a la formación profesional de calidad. El presidente de Sol Meliá alertó del deterioro del binomio calidad-precio en relación al turismo de la República Dominicana y de la presión cada vez mayor que ejercen otros destinos cercanos como la Ruta Maya, en México, o los proyectos en Cuba y otras zonas de Centroamérica. Escarrer pidió al Gobierno dominicano un esfuerzo que garantice la sostenibilidad de este sector, lo que exige una mejor ordenación turística.

'Hay que construir sin destruir', dijo el empresario balear. Éste subrayó que la receta del éxito, tanto para el turismo dominicano como para el del resto del mundo, no es la 'masificación' sino la 'proporción', con crecimientos ponderados y precios ajustados. 'No seremos sólo los hoteleros los que tengamos el premio o castigo sino también los legisladores', advirtió el hotelero. Este totem del turismo internacional insistió por lo que se refiere al papel de las Administraciones públicas en que presten 'especial cuidado' a la construcción de infraestructuras, a la formación profesional y la política fiscal correcta 'huyendo de los abusos y los desajustes tributarios'.

El turismo representa el 11% del PIB del mundo y genera uno de cada 12 empleos. En España, este porcentaje se eleva hasta el 20% del PIB y emplea a uno de cada cuatro trabajadores.

Etiqueta medioambiental El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, encargado de abrir el seminario, anunció, por otro lado, la elaboración de una etiqueta de calidad medioambiental en colaboración con el Ministerio de Economía, que todavía no tiene fecha de aplicación. Esta marca será voluntaria y se experimentará en seis zonas turísticas españolas, entre ellas la Comunidad Valenciana, Canarias, Baleares y Asturias. Será un distintivo al que podrán optar los establecimientos hoteleros del país de acuerdo al control de sus residuos, el ahorro de energía y agua y de otra serie de medidas relacionadas con la gestión de los recursos naturales.

Matas se refirió también a la ecotasa aprobada por el Gobierno balear. El Ejecutivo de José María Aznar dispone hasta final de mes para recurrir ante el Tribunal Constitucional el polémico impuesto. Ayer, Matas dijo que la decisión de recurrir no le corresponde a su departamento sino que es competencia de Hacienda y Administraciones Públicas.

El político se pronunció a favor de este tipo de impuestos pero matizó que no comparte la concreción del proyecto. 'La fiscalidad en materia de medio ambiente debe utilizarse para penalizar conductas contra el entorno pero su efecto recaudatorio tiene que ser neutro', manifestó Matas.

El ministro se refirió, por último, al Plan Hidrológico Nacional y a los precios del agua trasvasada del Ebro. Según el ministro, los usuarios de esta agua no pagarán las 52 pesetas que cuesta trasvasarla; el precio será más asequible y cubrirá el coste de parte de las infraestructuras pero también será asumible para los usuarios.

El ministro de Medio Ambiente contestó con un lacónico 'ningún comentario' cuando se le preguntó por el informe que el fiscal de Baleares ha enviado a la fiscalía general del Estado para que se pronuncie sobre si Matas tiene que declarar o no en el caso Formentera.