Homenaje
Es una obra diferente dentro de la larga dramaturgia de Antonio Buero Vallejo: medida, cronométrica -pasa en 'tiempo real', y un reloj en escena lo muestra-, con una intriga policiaca, pero sin abandonar su moralismo. Es una pintura de la sociedad, en la que el autor se inclina hacia un solo personaje realmente puro. Recuerda mucho a Priestley y a su Llama un inspector, aunque sea más directa, menos matizada. Algunos aspectos de la obra, algunas frases, algunas referencias, quedan anticuadas: pero es mejor que hayan quedado así, porque son referencia a un tiempo: ahora el teatro es como un museo de otros tiempos, de sí mismo.
Dicción
Madrugada
De Antonio Buero Vallejo. Intérpretes, Trinidad Rugero, Noemí Climent, Kitti Mánver, Manuel de Blas, Sonsoles Benedicto, Victoria Alvás, Mariano Venancio, Francisco Rojas, Celia Trujillo. Iluminación de José Luis López, escenografía de Amadeo Lemus, vestuario de Ana Lacoma y Il Griffone. Dirección de Manuel de Blas. Centro Cultural de la Villa de Madrid.
No está bien representada. El escenario es feo, y raro: está dividido en dos, y en la mitad izquierda -del espectador- no pasa nada, y es sólo de paso, mientras los personajes se acumulan en la derecha, mal iluminados. Los actores están muy influidos por la dicción del director, Manuel de Blas, y éste, en el principal papel masculino, no está bien: tiene tics de dicción y de gesto de los que se emplean para señalar que el personaje es decididamente malo.
Los aplausos, sin embargo, se multiplicaron para él, y se volvieron a doblar cuando en el escenario quedó sola e iluminada lo que me pareció una vara de nardo en homenaje al autor muerto hace un año. Habrá más y mejores ocasiones de recordarle.
Babelia
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