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Condonar la deuda para combatir la epidemia

Los países ricos fueron ayer invitados ante el Consejo Económico y Social de la ONU a condonar la deuda de los países pobres de África y convertirla en fondos destinados a la lucha contra sida, malaria y tuberculosis.

'Un apoyo de unos tres billones de pesetas al año salvaría millones de vidas, y permitiría a África escapar de la espiral que la arrastra a la enfermedad y al hundimiento económico', dijo Jeffrey Sachs, catedrático de Economía de la Universidad de Harvard, presidente de una comisión sobre Sanidad y Macroeconomía creada el pasado año por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sachs señaló que la suma propuesta equivaldría a menos de un 10% del Producto Nacional Bruto combinado de los países ricos.

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'La deuda podría, si se recicla, cubrir entre un 30% y un 40% de las necesidades sanitarias del continente', confirmó Ebrahim Samba, director de la OMS para África.

Por otra parte, en un artículo publicado en la revista científica Nature, varios expertos en sida indican que la epidemia ha aumentado a ritmo mucho mayor del que se predecía hace 10 años. Unos 20 millones de personas han muerto a causa del sida y hay 36 millones de seropositivos. Diariamente se producen 16.000 nuevos contagios, señala el artículo. África corre con la peor parte: 25, 3 millones de infectados, un 8,8% de la población adulta. Sólo en el último año, se registraron 3,8 millones de contagios.

Los autores destacan que los antirretrovirales han reducido la mortalidad y han sido eficaces para prevenir la transmisión madre-hijo. Pero eso ha ocurrido sólo en la pequeña parte de la población mundial que puede acceder a ellos. Donde esas terapias deberían estar disponibles, su uso es limitado por el alto coste.

Otro problema es que los medicamentos no pueden eliminar el virus del organismo y que, al suspenderse la terapia triple, se produce un rebrote en la sangre.

La esperanza, concluyen los expertos, reside en la movilización social. 'Hay que responder a una escala comparable al imperativo de una epidemia mundial', afirman. Y esgrimen como ejemplo preocupante la 'fatiga de sexo sano' que se registra entre homosexuales jóvenes en EE UU, y que causa una prevalencia del VIH del 7,2% en un tipo de población que se consideraba fuera de los comportamientos de riesgo.

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