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Entrevista:JAVIER ANGULO | COAUTOR DE 'HIJOS DEL CORAZÓN'

'La espera da a los padres adoptivos una reflexión que no tienen los biológicos'

La adopción es uno de los fenómenos sociales contemporáneos que ha conseguido salir del armario y alcanzar una significación social desconocida hace unos decenios. Este compromiso que establecen unos padres con un hijo no biológico, repleto de requisitos legales, también supone una nueva relación. Es lo que han tratado de explicar el periodista Javier Angulo y el psicólogo José Antonio Reguilón en el libro Hijos del corazón, una guía útil para padres adoptivos (como ellos mismos). El libro se presentó ayer en Vitoria dentro de las primeras Jornadas sobre Adopción Nacional e Internacional, organizadas como un foro de encuentro para esas 750.000 personas vinculadas a este nueva realidad familiar, sobre todo desde que en 1991 se comenzaron a tramitar oficialmente en España los expedientes de adopción internacional de niños.

'Este libro trata de orientar a los padres en una nueva relación familiar, porque el hijo que llega no es el mismo que el biológico', explica Javier Angulo (Bilbao, 1949), periodista y padre con experiencia en ambas situaciones. 'Es más, la espera permite una reflexión sobre la paternidad que los padres biológicos no tienen', añade, refiriéndose a ese periodo de tiempo de algo más de un año que tienen que aguardar quienes llegan a ser candidatos idóneos para adoptar a un niño.

Lo primero es partir de la certeza de que quien llega 'es una criatura que ha sufrido un trauma tremendo, el abandono por parte de sus padres biológicos', recuerda Angulo. Añade que, en el caso de las adoptar a un niño de otro país, hay que tener además en cuenta que 'proviene de otra cultura diferente, otra sensibilidad, incluso puede desconocer completamente la lengua en la que le hablan sus nuevos padres'. Ante esto, 'tenemos que esperar a que sea el niño quien adopte a los padres; hay que darle tiempo, porque la adopción de un niño es un encuentro de deseos'.

El libro hace hincapié en que nunca se debe ocultar al niño que es adoptado. Esta apuesta por la sinceridad recorrió desde el viernes todas las ponencias y mesas redondas del congreso que se celebró en Vitoria. 'Si quiere buscar sus raíces, incluso su filiación, hay que ayudarle hasta el final, sin miedo a que nos dejen de querer por conocer a sus padres verdaderos', situación de la que no se conocen casos, asegura Javier Angulo. También desliga la adopción de las modas inducidas por personajes de las revistas del corazón y de la solidaridad o el altruismo. 'Es una decisión de paternidad, no de caridad', concluye.

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