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El Festival de Itálica, de nuevo dedicado a la danza, se celebrará en el Real Alcázar

Pérez Villalta ha pintado el cartel de este primer certamen bienal

Margot Molina

El Ayuntamiento de Sevilla colaborará por primera vez con la Diputación en el Festival Internacional de Danza de Itálica que, a partir de este año, será bienal y se celebrará los años impares para que no coincida con la Bienal de Flamenco. 'Además de proporcionar el patio de la Montería del Real Alcázar, un espacio emblemático que sustituirá al anfiteatro de Itálica hasta que finalicen las obras de rehabilitación, el Ayuntamiento colaborará con la coproducción de un espectáculo, al igual que la Diputación lo hace en la Bienal de Flamenco', explicó ayer Manuel Copete, vicepresidente de la Diputación y responsable del Área de Cultura. 'Esta colaboración es una corrección interesante que le hacemos al pasado', añadió Copete.

En esta nueva etapa, el Festival de Itálica recupera su identidad anterior y se dedica sólo a la danza. Entre 1997 y 1999 había incluído también teatro y música. En la edición del 2001, que se celebrará del 23 de junio al 28 de julio, participarán unas nueve compañías. 'La programación aún no está cerrada, pero sabemos que participarán el Nederlands dans Theater, con sus formaciones I, dedicada los más jóvenes, y II, integrada por bailarines con más de 40 años. Además estará el coreógrafo Cesc Gelabert con dos espectáculos: La sección dorada I y II, de Gerard Bonher', adelantó Juan Antonio Maesso, director del festival.

La Diputación, que contará con la colaboración del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Musicales (INAEM), está también negociando la presencia de la Kibbutz Contemporary Dance Company de Israel. Otra de las innovaciones del festival, que dispondrá de un aforo en torno a 600 localidades, es que cada año estará dedicado a un país latinoamericano. En esta edición será México y en el 2003, Cuba.

Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, Cádiz, 1948) se ha inspirado en la escultura de Diana hallada en Itálica hace ahora cien años para crear su cartel. 'Lo he tenido fácil porque estoy convencido de que la danza fue la primera manifestación artística del hombre y se plasmó en la decoración de las vasijas. Conscientemente, mi obra va contra la estética actual. Contiene referencias al arte cretense, al Art Nouveau y a la Secesión vienesa', explicó el artista.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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