Las expectativas del milenio

Las esperanzas del nuevo milenio y las malas herencias del pasado conviven en el Museo de la Ciudad. El genoma, energías limpias, ondas cerebrales y representaciones de la Tierra se cobijan bajo el mismo techo que una réplica de Frankenstein a tamaño natural, el ruido callejero, la capa de ozono y rastreadores de vida inteligente. La anfitriona del cónclave es la Obra Social de Caja Madrid, y la exposición resultante se titula Los retos del tercer milenio.

La muestra 'lanza una mirada positiva y optimista al futuro', según sus artífices, pero sin confianzas excesivas ni jauja. Porque el porvenir está 'en manos del hombre', como recalcaba el pasado fin de semana uno de los monitores ante un grupo de adolescentes tan vociferantes que apenas se percataron de que la primera experiencia de la exposición consiste en una tromba de ruidos diversos. De hecho, cuando el guía preguntó qué les había parecido, si les había gustado o no, alguno contestó que sí, que se parecía al ambiente de una discoteca (con las luces de neón y todo).

El recorrido por los desafíos del tercer milenio es interactivo y está confeccionado a partir de las expectativas y las dudas confesadas a Caja Madrid por científicos, intelectuales y políticos.

El paseo consta de cinco fases, del individuo, la sociedad y el planeta a la energía y las fronteras del conocimiento, con un epílogo clarificador: El reto eres tú.

Vaticinios sombríos

'La muestra está organizada de forma que de lo concreto se llegue a lo abstracto, de lo cercano a lo lejano y de lo simple a lo complejo, de manera muy intuitiva', explican los organizadores para animar al personal. Por la sala pulula gente de generaciones varias. Los adultos asienten al leer vaticinios sombríos como el de que en el año 2025 dos de cada tres habitantes de la Tierra vivirán en condiciones de estrés por falta de agua, o el de que dentro de medio siglo cuatro de cada diez españoles tendrán más de 60 años. Los niños, los jóvenes, los cinéfilos y algún que otro soñador vibran en especial con el apartado sobre El síndrome de Frankenstein, pues dos monitores exhiben el mítico filme de James Whale y una especie de pirámide aloja a un clon del célebre monstruo hecho de retales humanos.

Al fondo de la sección, una pantalla de ordenador pone al visitante al día del penúltimo hallazgo científico: el genoma, o sea, la 'autobiografía de la especie humana' y la ilusión de un futuro 'sin enfermedades como la esquizofrenia, el sida o el cáncer'. Eso sí, a los pocos metros, el panel dedicado al conocimiento desenmascara el espejismo: 'El ser humano puede desentrañar muchos de los misterios que le han rodeado desde siempre, pero las fronteras de lo desconocido no desaparecerán'.

Los retos del tercer milenio, en el Museo de la Ciudad (c/ Príncipe de Vergara, 140). Hasta el 22 de abril (lunes, cerrado). Gratis.