Euskadi detecta su primer caso de 'vaca loca' en una res de cuatro años criada en Azpeitia
El sindicato EHNE responsabiliza a la Administración y a las empresas de piensos
Aunque han transcurrido cuatro meses del primer caso detectado en Galicia, la comunidad autónoma no ha conseguido librarse de la enfermedad. Sin embargo, el consejero de Agricultura, Iñaki Gerenabarrena, volvió a insistir ayer en que el País Vasco tiene menos probabilidades que cualquier otra comunidad del resto de España de que aparezcan casos positivos. 'No es imposible, pero los controles que se realizan aquí son muy estrictos', tranquilizó el consejero, quien además es el miembro del Gobierno encargado de liderar la crisis de las vacas locas.
En cambio, Gerenabarrena sí mostró su sorpresa por las características del animal descubierto, al tratarse de una res autóctona, criada integramente en una granja de Azpeitia. Por lo tanto, se presume que la explotación ha pasado por los controles sobre el tipo de alimento que los ganaderos proporcionan a sus animales. La granja no está acogida al label, la denominación de origen que garantiza una determinada calidad del producto.
El sindicato agropecuario EHNE responsabilizó a la 'Administración y a las empresas de venta de piensos' de este primer caso, dado que, si la res infectada nació en 1997, tuvo que comer harinas animales, que están prohibidas desde 1994. La presidenta de EHNE en Guipúzcoa, Marije Intxausti, en una conferencia de prensa ofrecida ayer tarde en Lasarte, resaltó que la fuente de contagio más probable son las harinas de origen animal y opinó que la aparición de este caso de EBB confirma que en el País Vasco se han consumido 'piensos con harinas cárnicas después de 1994', fecha en que se prohibió su distribución. 'Denunciamos por ello a los responsables de las casas de piensos y a la Administración por no hacer un seguimiento exhaustivo' de los productos suministrados en el País Vasco', añadió Intxausti. Pidió también que se facilite a los ganaderos la relación de los análisis efectuados a los piensos durante los últimos siete años en el País Vasco y Navarra y 'que den la cara los verdaderos responsables' de esta situación.
Cuatro pruebas
El consejero intentó transmitir un mensaje de confianza a los consumidores al resaltar que el positivo descubierto por los laboratorios de Agricultura es la constatación de que los controles son efectivos y de que ahora se puede comer carne con más seguridad que nunca.
Los técnicos del Instituto de Investigación Agraria-Neiker efectuaron hasta cuatro pruebas para verificar la presencia del mal de las vacas locas en la res guipuzcoana. Los laboratorios analizan todos los ejemplares de ganado bovino mayores de 24 meses que se sacrifican en los mataderos vascos, independientemente de su lugar de procedencia. En concreto, el matadero de San Sebastián sacrifica en sus instalaciones un centenar de animales cada semana, de los que el 40% proceden de Guipúzcoa y el resto llega de Navarra (30%) y de otras comunidades vecinas. La carne se comercializa en Francia y en Guipúzcoa. Euskadi produce el 50% de la carne de vacuno que consume, pero controla el 80% de la que se come en la comunidad, ya que los animales son sacrificados en los desolladeros vascos.
El Gobierno ha remitido las muestras del animal sospechoso al laboratorio de referencia de la Facultad Veterinaria de Zaragoza, aunque Gerenabarrena afirmó que el resultado de los análisis realizados por Neiker son 'categóricos' y no dejan lugar a las dudas.
De momento, la explotación está intervenida aunque el departamento no ha confirmado qué se va hacer con el resto de la cabaña. Un real decreto obliga a inmovilizar y eliminar al ganado de toda la explotación si uno de los animales da positivo en los test de detección. Gerenabarrena dijo ayer que esta medida le parece 'excesiva' y que mientras llega la confirmación oficial del positivo analizarán las posibilidades que le quedan al Gobierno antes de ordenar el sacrificio de los animales.
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