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Tribuna:EL CIERRE DE LA CENTRAL DE LA CATASTROFE
Tribuna
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Sobre el futuro de la energía nuclear

En el siglo que ahora nos deja, la población humana se ha multiplicado por cuatro, al igual que el consumo de energía por persona, y el consumo total se ha multiplicado por 15. La utilización de combustibles fósiles, principalmente petróleo y gas, produce ahora la mayor parte de esta energía; la energía nuclear contribuye aproximadamente con un 7%. Aunque el consumo de los países industrializados (20% de la población mundial) se está estabilizando, el uso en el tercer mundo, y por lo tanto el consumo mundial, sigue aumentando drásticamente.El uso a gran escala de los combustibles fósiles tiene dos grandes fallos: por una parte, agotaremos los recursos fácilmente accesibles de petróleo y de gas en menos de un siglo, privando así a las futuras generaciones de sustancias químicas que tienen mejor uso que la producción de electricidad o la calefacción doméstica; por otra parte, aumenta la concentración de CO2 en la atmósfera, con el consiguiente calentamiento terrestre, una grave amenaza para muchas regiones de nuestro planeta. El siglo pasado experimentó un calentamiento de medio grado centígrado, y se espera que la temperatura aumente unos dos grados más en el próximo siglo, según modelos reconocidamente difíciles. Se espera, como consecuencia, un aumento de unos 50 centímetros en el nivel del mar.

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La alternativa de la energía nuclear no es muy popular, debido al temor ampliamente extendido a posibles accidentes y a la contaminación a largo plazo provocada por los residuos nucleares. Sin embargo, un análisis racional de nuestro problema de energía exige que comparemos estos peligros con las alternativas. La mejor sería una drástica reducción del uso de energía. Para mí esta sería la mejor solución -apenas conduzco, utilizo la bicicleta- pero no creo que llegue a suceder. Una razón importante es que nuestras competitivas economías dependen del crecimiento constante. La siguiente mejor solución sería el sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables. Aunque se ha avanzado en el uso de la energía solar y eólica, no se ha propuesto ni se perfila en el horizonte nada en la escala del actual uso de combustible fósil.

Yo creo que la energía nuclear es una opción válida para la sustitución de los combustibles fósiles, la única que conocemos en la actualidad. Para poner los accidentes nucleares en su justa perspectiva, consideremos Chernóbil, el único accidente nuclear grave en las tres décadas de utilización comercial de la energía nuclear. Como consecuencia directa, murieron entre 50 y 150 personas, depende de cómo se cuente. Esto se puede comparar con las bajas generadas por la producción y transporte de petróleo y gas, las roturas de oleoductos y el hundimiento de petroleros (con la consiguiente contaminación) en el mismo periodo. En China mueren accidentalmente cada año varios miles de mineros del carbón. La principal causa de muerte por accidente son los automóviles, con unas 50.000 muertes anuales en Estados Unidos, pero aun así, la gente sigue conduciendo. En cuanto a la exposición a la radiactividad a más largo plazo que para los humanos supuso Chernóbil, fue aproximadamente la quingentésima (1/500) parte de la causada por la radiación natural (radón, 40K [isótopo del potasio], rayos cósmicos) y la radiación médica en el mismo periodo. Además, el accidente de Chernóbil debe entenderse en el contexto de la guerra fría. Los reactores de la URSS no estaban encerrados en edificios de contención, como lo estaban todos los reactores occidentales, y como presumiblemente estarán los futuros reactores que se construyan en cualquier parte del mundo. Fue consecuencia del hecho de que todos los posibles recursos de la URSS se ponían a disposición del ejército en su carrera con Estados Unidos, y la seguridad civil tenía consecuentemente baja prioridad. Si el reactor hubiese estado aislado, el daño habría sido insignificante.

Los residuos nucleares son un material molesto. Su radiactividad disminuye aproximadamente en un factor de diez entre el año 1 y el 10, por otro factor de 10 entre el año 10 y el 100, y así sucesivamente. Transcurridos 100.000 años, la radiactividad se reduce en un factor de aproximadamente 30.000. Si una gran parte de la producción de energía mundial fuese nuclear, la radiactividad producida por los residuos sería sustancialmente mayor que las fuentes naturales de radiactividad combinadas. La diferencia es que, mientras estén aislados, los residuos radiactivos no son peligrosos. El problema es el del almacenamiento de los residuos. Se han ideado métodos de almacenamiento subterráneo, después de incorporar los residuos a bloques de cerámica. El temor a la viabilidad a largo plazo del almacenamiento de residuos nucleares es la preocupación que frecuentemente sacan a colación quienes se oponen a la energía nuclear. Estoy más dispuesto a creer a mis amigos expertos nucleares que consideran que el método es seguro, y en cualquier caso, prefiero la posibilidad de producir problemas a unas poblaciones que puedan vivir dentro de unos 100.000 años, y no los peligros que estamos produciendo para nuestra progenie tan sólo dentro de 50 o 100 años, si seguimos con el ritmo actual de empleo de combustibles fósiles.

Creys-Malville [donde se construyó el SuperPhénix francés] era un reactor reproductor. En el funcionamiento de estos reactores supergeneradores se produce más material fisible del que se consume. Además, producen bastante menos residuos nucleares por unidad de energía que los actuales reactores, y pueden quemar parte de los residuos nucleares de éstos. Su funcionamiento presenta dificultades técnicas bastante diferentes de las del bien conocido tipo de reactores actuales. La investigación y desarrollo del reactor reproductor fue bastante intensa en muchos países durante las décadas de 1970 y 1980. En las dos últimas décadas ha experimentado un descenso continuo, no sólo por el temor popular a la energía nuclear en general, sino también por razones económicas: el bajo coste actual del uranio enriquecido 235, combustible utilizado por los actuales reactores. Creys-Malville fue el último. Me siento triste ante su tumba.

Jack Steinberger es premio Nobel de Física (1988) y científico del CERN.

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