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El preciosista montaje de Narros y D'Odorico descubre un nuevo 'calderón'

'Mañanas de abril y mayo' se estrena el próximo día 4 en el Teatro de Madrid

El tándem Miguel Narros-Andrea d'Odorico, uno de los más sólidos y prestigiosos del teatro español contemporáneo, vuelve a los escenarios madrileños, al Teatro de Madrid. Lo hacen una vez más con un exquisito montaje en el que no se ha descuidado ni un detalle, empezando por la elección del texto, Mañanas de abril y mayo, una comedia calderoniana prácticamente desconocida a pesar de ser una obra de gran envergadura. A la dirección y vestuario de Narros y a la escenografía y producción de D'Odorico hay que añadir el logrado sello luminotécnico de la casa que siempre les proporciona Juan Gómez Cornejo. El reparto de 10 actores está encabezado por la popular Ángeles Martín y Víctor Villate.

Reivindicación feminista

Este calderón fue el primero que se estrenó este año (el 7 de enero en Jerez de la Frontera), en el que se celebra el IV Centenario del nacimiento del autor. Desde entonces ha recorrido numerosos escenarios de toda España cosechando un importante éxito. Ahora vuelve a ser el primer calderón que llega a la capital en la recién estrenada temporada 2000-2001, en la que se producirán otros acontecimientos en torno a la figura del autor de La vida es sueño, tanto escénicos, como literarios y operísticos. No obstante, tanto Narros, director del montaje, como D'Odorico, responsable de la escenografía, consideran que no se ha hecho lo suficiente por parte de las administraciones a la hora de conmemorar esta efeméride.Mañanas de abril y mayo permanecerá del 4 al 18 de octubre en el Teatro de Madrid, un espacio dedicado habitualmente a la danza que también abre sus puertas de vez en cuando al teatro, cuando se trata de grandes acontecimientos, como fue la venida a España de la Royal Shakespeare Company o ahora este calderón, que cuenta con un reparto encabezado por los actores Ángeles Martín y Víctor Villate. También intervienen Fernando Conde, Pepa Pedroche, Ernesto Arango, José Luis Chavarría, Amparo Marín, Eva Morillo, Claudio Pascual y Paco Ureña.

Narros y D'Odorico explican que el motivo por el cual Mañanas de abril y mayo es una obra casi desconocida de Pedro Calderón de la Barca se encuentra en el hecho de que a este autor lo redescubrieron los románticos, fundamentalmente los alemanes, y se hicieron unas antologías que recogían ese pequeño grupo de obras que hoy son internacionalmente popu-lares.

Ambos dramaturgos consideran que tras el redescubrimiento por parte de los románticos no se ha investigado en profundidad la obra de Calderón, a pesar de que han existido dignos intentos, como el llevado a cabo por Menéndez Pidal y otros estudiosos.

"Esta obra es un gran hallazgo en muchos sentidos. Es una pieza que podemos calificar de costumbrista, con la diferencia de que desde su creación han pasado 400 años y podemos observar que en todo este tiempo el ser humano sigue igual, sobre todo en lo que al amor se refiere", señala Narros, quien destaca que los personajes de esta obra viven un momento terriblemente trágico, tanto como puede vivirlo Segismundo: "Pero las situaciones que atraviesan les llevan a ponerse en ridículo en sus propias bajezas", afirma el director.

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Por su parte, D'Odorico también argumenta el porqué del desconocimiento de este texto calderoniano: "Es como si en Inglaterra sólo se montaran dos o tres shakespeares o en Francia tres molières, pero no por ello habría que poner en duda la calidad de otras piezas de esos autores", afirma al tiempo que defiende, junto al director del montaje, que este calderón, que no se montaba desde la década de los años veinte, cuando lo interpretó la actriz Margarita Xirgu, es impresionante. "Lo hemos elegido para redescubrir al Calderón inédito que nadie hace", dice el productor, quien ha elegido para el espectáculo, como es costumbre en él, una escenografía simple y muy arquitectónica que rememora los alrededores de la Plaza Mayor y el Madrid de los Austrias.

También hay lugar para la reivindicación feminista de la obra, como describe la actriz Ángeles Martín: "Esta función es el triunfo de las mujeres y lo bueno es que Calderón se moja en favor de nosotras y se mofa de los hombres". Martín encarna a Doña Ana, un personaje profundamente romántico que sucumbe de amor por Don Juan, encarnado por Víctor Villate, que intenta demostrarle que los celos son una enfermedad que tiene cura. Ambos, acompañados por el resto del elenco, representan la obra con las palabras del verso original, aunque, como destaca Miguel Narros, "hay tantas formas de decir el verso como actores que lo recitan, de hecho si ahora se escuchase una grabación de cómo lo decía Margarita Xirgu se nos pondrían los pelos de punta". Sin embargo, Narros lamenta que muchos actores jóvenes salen a escena "sin saber decir bien el verso" y que a veces aprecia "un desprecio al texto en las representaciones" de obras de los clásicos españoles. "La obligación de un director de escena", afirma, "radica en lograr que que la puesta en escena no ensombrezca nunca al texto".

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