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El bailaor Israel Galván se inspira en las formas puras del flamenco para crear 'La metamorfosis'

Margot Molina

La metamorfosis, la versión flamenca del relato de Kafka que el bailaor y coreógrafo Israel Galván estrenará hoy en el teatro Lope de Vega de Sevilla, no es un espectáculo de fusión. "Es el intento de construir un nuevo lenguaje partiendo de las formas puras del flamenco", comentó ayer el artistas plástico y director musical de la obra Pedro G. Romero. "Desde abril tengo la cabeza llena de bichos. He identificado la forma de bailar de los grandes maestros con distintos insectos", asegura Galván que aparecerá junto al bailaor y percusionista Manolo Soler y bajo la dirección de Pepa Gamboa.

"Durante toda la obra hay una especie de homenaje a los grandes bailaores de antes. Para convertirse en un insecto bailando flamenco hay que echarle mucha imaginación", comenta Israel Galván, el coreógrafo sevillano de 27 años que decidió llevar al escenario el relato de Kafka.Galván protagoniza uno de los estrenos más esperados de la programación de la Bienal de Flamenco, por lo arriesgado del tema y por la participación de uno de los grandes de la percusión, Manuel Soler, que en esta ocasión interviene más como bailaor. "Yo no gano pá fli (matamoscas). Soy el padre del cuca", bromeó ayer Manolo Soler que da vida al padre de Gregorio Samsa quien "una mañana, tras un sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido en un monstruoso insecto".

"A mi me da igual hacer lo que sea, siempre que esté a la vera de este niño que es un bicho, pero un bicho muy flamenco", añadió Soler.

"En la primera parte, hemos recreado el relato que dio orígen a La metamorfosis, titulado Preparativos de boda en el campo. Aquí Israel Galván aparece junto a su familia real y baila como lo hace siempre. Después hay una proyección, con música de Enrique Morente, en la que se transforma en insecto. En la última parte, cuando realmente se pone en escena La metamorfosis, Israel se distancia mucho de su forma habitual de bailar", explica Pepa Gamboa, quien también dirigió la obra que Galván estrenó en la Bienal de 1998, ¡Mira! Los zapatos rojos.

El montaje, coproducido por la Diptuación de Sevilla, fue uno de los primeros de la Bienal en agotar sus localidades. Después de las dos representaciones en el Lope de Vega, el montaje iniciará una gira por la provincia de Sevilla. Las bailaoras Rocío Coral, hija de Matilde Coral, y Nicolai Morris, los cantaores Enrique el Extremeño, Ana Real y Encarna Anillo y la guitarra de Chicuelo, entre otros, participan también en la aventura de Israel Galván.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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